Mañana gris en Fontcalent. Las risas justas para sobrevivir, para no convertir el entrenamiento en un velatorio. 48 horas después del descalabro en Buñol, de la denuncia arbitral del entrenador, de la redacción del acta que deja a Bikoro muy cerca de perderse mes y medio de competición, el Hércules ha regresado al trabajo en un clima de enmienda, de recuperar la seña identitaria que le permitió superar otro bache importante en la primera vuelta. Para contribuir a ello, más que la crítica constante al estamento arbitral, será clave la autocrítica, algo que tiene muy claro el capitán.

Raúl Ruiz asume que, más allá del arbitraje, «el partido lo perdemos nosotros». Para el alicantino, «el colegiado no estuvo bien, pero nosotros cometimos errores imperdonables, errores que se están repitiendo muy a menudo fuera de casa y que nos están penalizando mucho. Tenemos que corregir eso y ser más sólidos, que es lo que requiere esta categoría. Lo que no puede ser es que, en los partidos que jugamos fuera, fallos nuestros nos hagan ir con el marcador en contra a las primeras de cambio. Luego cuesta mucho remar…», sostiene el atacante blanquiazul.

«De puertas para adentro, no se justifican las derrotas por los malos arbitrajes. Pero lo que ocurrió en Valencia no fue normal. El árbitro nos faltó al respeto desde el minuto uno. Cada detalle suyo iba en nuestra contra. Esas actitudes nunca les pasa factura, al final, los perjudicados siempre son los jugadores o los equipos. Pero, dicho esto, no perdimos por el colegiado aunque sí es cierto que ya son muchas semanas equivocándose siempre en nuestra contra. No es una excusa, es una denuncia, no creo que haya ningún problema por reclamar una mayor justicia», aduce Raúl Ruiz.

«Tenemos que aprender a olvidarnos del colegiados, nos resta atención en lo que estamos haciendo»

El capitán se sintió maltratado en Buñol. «Te faltan al respeto cuando se dirigen a ti con malos modos, cuando te gritan ‘vete de aquí’ o ‘cállate, que no te voy a hacer ni puto caso en todo el partido’… Si yo me dirijo al colegiado con respeto, pido lo mismo para mí. No pido que nos ayuden, pido que nos respeten y, en Valencia, desde el minuto uno, no fue así», reitera el ahora extremo herculano.

A pesar del evidente malestar, que aún perdura en el seno del equipo, el capitán quiere cerrar este capítulo y proyectarse en lo que sí considera verdaderamente importante. «Tenemos que aprender a olvidarnos del colegiados, nos resta atención en lo que estamos haciendo. Ningún árbitro rectifica una decisión ya tomada, así que hay que tratar de que no te afecte su error, eso lo tenemos que corregir. Pero sí creo que hay un detalle que cambia el partido, la segunda amarilla a Bikoro viene precedida de una falta clara sobre Aketxe cuando se quedaba solo delante del portero. Pero es verdad que debemos poner toda nuestra atención en lo que sí depende de nosotros dentro del verde, no mirar más allá, porque equivocarse, se van a equivocar».

«No creo que haya una mano negra moviendo hilos en contra del club»

Raúl Ruiz evita hablar de conspiraciones para perjudicar intencionadamente al Hércules: «No creo que haya una mano negra moviendo hilos en contra del club. No es una persecución, pero tampoco podemos decir que no se han equivocado en nuestra contra durante muchas semanas seguidas porque estaríamos mintiendo. Dicho esto, lo que de verdad nos va a ayudar es corregir nuestros errores, los que sí dependen de nosotros», insiste.

A juicio del futbolista alicantino, el equipo de Mora está bien. «En la segunda vuelta estamos haciendo mejor fútbol y creando más ocasiones que en la primera. La diferencia es que en la racha de victorias fuimos muy sólidos y ahora, no. Hemos perdido esa faceta clave, sobre todo a domicilio. Fuera de casa, los partidos se deciden por detalles y eso no lo estamos manejando bien. Pero, dentro del vestuario, la sensación que tenemos es de que jugamos mejor ahora que antes», confiesa.

«El objetivo es ascender, pero no podemos obsesionarnos solo con ir primeros y creer que si no vamos líderes estamos fracasando»

Juzgar la tercera plaza actual como un fracaso colectivo es, en palabras del capitán, una equivocación grosera y perjudicial. «El objetivo es ascender. Nos gustaría ser primeros, sí, pero no podemos obsesionarnos solo con eso y pensar que si no vamos líderes estamos fracasando. Si miramos cómo van los demás, cuántos puntos nos sacan… todo eso nos resta potencial. El objetivo es recuperar la solidez, volver a ser regulares en ese aspecto del juego y, cuando lo logremos, los resultados nos pondrán donde merezcamos», asegura.

Raúl Ruiz, que ha experimentado las dos facetas, como lateral y extremo, sostiene que ser aguerridos, no conceder, es el camino más corto para acabar con la sequía goleadora lejos del Rico Pérez. «Todo va ligado. Ser sólido facilita que ganes en confianza con el paso de los minutos y eso puede hacer que definas mejor, que estés más tranquilo para decidir. Se notó en Socuéllamos, creas muchas ocasiones y no marcas y te vas al descanso 2-0. Con tu portería a cero, siempre estás cerca de ganar».

En un momento complejo, lleno de dudas en torno al proyecto por la irregularidad que exhibe en la segunda vuelta, el capitán creyó conveniente abrazar a Sergio Mora. Lo hizo de manera natural, sin premeditarlo. «Me abracé a él porque es nuestro líder, porque está siendo muy importante para el equipo y también para el club. Es un herculano más, que lo vive y lo sufre, y por eso me salió darle un abrazo», desvela el capitán.