El Hércules vive en una oscuridad continua mientras los días avanzan y nada se sabe del nuevo proyecto del club para su segunda temporada consecutiva en la cuarta categoría. Sin movimientos desde que se anunció una noche en plenas Hogueras la llegada de Paco Peña como director deportivo y de Ángel Rodríguez como entrenador. Desde entonces nada de nada salvo el anuncio del nuevo preparador físico. La entidad trabaja en silencio en la construcción del equipo pero sin poder cerrar ninguna operación hasta que Enrique Ortiz dé luz verde. 

El constructor alicantino debe  fijar el presupuesto para la nueva temporada que arranca el primer fin de semana de septiembre, pero antes de ello debe aclarar la situación en la que queda la entidad, ya que busca un inversor con el que compartir los gastos de la temporada. Por el momento se encuentra en el proceso de negociación y espera que fructifique a principios de la próxima semana. El máximo accionista del Hércules se muestra ahora abierto a negociar cualquier situación y ha entablado conversaciones con varios inversores sin que haya trascendido nada.

El año pasado se vivió un escenario parecido con la llegada de Freixa al Rico Pérez llevándose incluso documentación para estudiarla y al final terminó en absolutamente nada, pero la venta de Abde sirvió para afrontar con garantías el presupuesto de la pasada campaña. Ahora, la incertidumbre vuelve a planear sobre las oficinas del Rico Pérez con la única certeza ahora mismo de que en nueve días deberán declarar tanto Carlos Parodi como Valentín Botella por el presunto alzamiento de bienes. Curiosamente ese día está fijado para iniciar la pretemporada del Hércules. Una fecha que está más en el aire que nunca porque únicamente hay dos jugadores ahora mismo en la plantilla (Toscano y César Moreno). La entidad blanquiazul debe hacer un mínimo de 20 fichajes. En cuanto a las posibles renovaciones de Raúl Ruiz y Nico Espinosa, nada se ha avanzado. La operación se encuentra en punto muerto y cada día que pasa se alejan más del conjunto blanquiazul. Los que sí se alejaron del todo fueron Borja Díaz, Adri López y Álex Martínez. Eran de los pocos que el club quería renovar tras el lamentable final de la pasada temporada y los jugadores han optado por no esperar más ante la incertidumbre que se vive en las oficinas del Hércules y ficharon por otros equipos.

El conjunto blanquiazul se resiste a ver la luz después de un duro final de temporada que tuvo a continuación reacciones en los aficionados con una manifestación por el centro de la ciudad contra la gestión de Enrique Ortiz. El ambiente sigue enrarecido y las semanas de silencio no ayuda a salir de la crisis institucional en la que se haya inmensa la entidad alicantina. El mercado está abierto y las mejores opciones se van diluyendo ante la tardanza en cerrar las operaciones. La semana próxima es clave para desatascar la situación.