Genio de talante sobrio. Futbolista valiente. Delantero irrepetible de personalidad fuerte, granítica. Hombre bueno, justo, comprometido con la coherencia de un discurso que no importa si se comparte o no porque siempre se entiende y siempre defiende lo mismo: la integridad del individuo. Gaditano de toda la vida y, desde hace décadas, vecino convencido de querer existir en la terreta como defensor de sus valores y sus costumbres, como uno más pese a haberlo sido todo en el club de la ciudad.

Eduardo Rodríguez, máximo goleador de la historia del Hércules, ha recibido este domingo el título honorífico de 'Alicantino de Adopción 2022' en un acto celebrado entre familiares y amigos en el Palacio de la Diputación de Alicante presidido por su máxima autoridad, Carlos Mazón, que ha contado, además, con la participación de las Casas Regionales de la provincia.

Este reconocimiento, del que se cumple la vigésimo primera edición, tiene como razón de ser saber reconocer y agradecer la vinculación, trayectoria y defensa de la provincia de personas que no han nacido en ella pero, que viven y sienten el territorio como propio.

El presidente del Palacio Provincial destacó en su intervención que Rodríguez "lleva a Alicante en su corazón y ha entrado en el corazón de todos los alicantinos. Y eso es ya para siempre". El dirigente popular ha subrayado los éxitos deportivos del idolatrado futbolista blanquiazul y ha destacado sus valores humanos, especialmente su "humildad".

"Es un honor para la Diputación de Alicante haber albergado este acto de reconocimiento. Eduardo estarás siempre en nuestros corazones", ha expresado el líder provincial, herculano confeso de cuna.

La vicepresidenta primera y diputada de Cultura, Julia Parra, señaló que desde que Rodríguez, nacido en Sanlúcar de Barrameda, se integró en la plantilla herculana "representó a la provincia de Alicante con el mismo orgullo y pasión que cualquier alicantino".

El alcalde de Alicante, Luis Barcala, el diputado de Residentes Internacionales e Innovación, Juan de Dios Navarro, la vicealcaldesa, Mari Carmen Sánchez, entre otras destacadas autoridades y personalidades de la sociedad alicantina entre las que destacaba la Belleza del Foc, Marina Niceto Valera, han estado presentes en el tributo al nueve blanquiazul que más huella ha dejado en la masa social que vivió los años de más grandeza.

Al lado de Eduardo Rodríguez han estado sus compañeros Francisco Escudero "Paquito", ex capitán del Hércules, el exportero Miguel Marí y el ex entrenador del equipo y expresidente del club, Quique Hernández.

Tras el acto institucional, Rodríguez, que ha firmado en el libro de honor de la Diputación, agradeció las palabras que se le dedicaron y señaló su especial gratitud hacia la ciudad de Alicante por su hospitalidad.

Rodríguez llegó al Hércules en el verano de 1991 procedente del Badajoz y, después de una temporada de adaptación, explotó en la campaña1992-93, en la que logró 36 goles que contribuyeron de forma definitiva al ascenso del equipo a Segunda División.

Posteriormente, fue traspasado al Rayo Vallecano, entonces en Primera, para regresar dos años después y volver a vivir un nuevo ascenso, ahora sí, a la máxima categoría del fútbol español como estilete blanquiazul.

El gaditano, de 56 años, finalizó su carrera con 86 goles en el Hércules, algunos de ellos inolvidables, como el de la victoria en el Camp Nou (2-3) que culminó la remontada ante el Barcelona. Siempre ha estado vinculado a su deporte de una manera u otra, aportando serenidad y cordura a un universo rebosante e infectado de un ego que él siempre ha sabido domar de manera obsesiva para no defraudar su naturaleza humanista.

Tipo discreto, ligado indisolublemente a sus ideales, jamás desperdicia palabras, tal vez por eso, después de asistir con pudor, orgullo y felicidad al reconocimiento de toda una provincia, solo acertó a decir: "Viva Alicante y Macho Hércules".