El Hércules no se lo puede permitir. Habrá quien crea que sí. Se equivoca. Nico Espinosa debe ser parte activa del Hércules esta temporada. Sin él, las complicaciones tácticas son notables y la producción ofensiva también se resiente. El proyecto le necesita y cuanto antes, mejor. Al canterano blaquiazul, en su último curso como sub-23, le urge que aflore todo el fútbol que tiene y para eso hace falta contener el caudal de lesiones musculares que le han ido lastrando desde que se dañó gravemente la rodilla justo antes del estallido de la pandemia.

El alicantino está listo para reaparecer. De hecho ya lo estaba el domingo pasado, cuando inició el proceso de calentamiento previo a entrar en el campo en la segunda mitad. Al final no pudo ser. Ángel Rodríguez no lo consideró oportuno. Eso hace que sus primeros minutos, en teoría, deban llegar este fin de semana en Formentera, pero hay reparos.

La vieja superficie de caucho del Camp Municipal, dura, seca, gastada, no es la más recomendable para alguien que se mide poco, que deja que se le vaya la vida en cada carrera, en cada viaje al área. De ahí que dentro de la entidad haya voces que consideren que es mejor que el extremo aguante de inicio en el banquillo por si se le puede evitar este riesgo. Para eso, hace falta que acompañe el resultado del envite en la isla ante un equipo que sustenta sus éxitos en la fortaleza como local. 

El alicantino salió del equipo en la jornada 2 y no ha vuelto a jugar desde entonces a pesar de haber arrancado el curso como titular indiscutible

Lo hace aprovechando las condiciones geofísicas que rodean a este desplazamiento para quienes les visitan, que incluye la lotería natural del trayecto en ferry desde Ibiza que no siempre transcurre sin sobresaltos para los futbolistas. Si la mar está revuelta, el malestar estomacal es habitual.

6 PARTIDOS

► Se ha perdido ya el atacante blanquiazul en 8 jornadas. Solo ha podido disputar dos encuentros, ambos como titular, pero le persiguen las molestias musculares desde que se dañó gravemente la rodilla en 2020.

14 PARTIDOS

► No pudo jugar la temporada pasada con el Hércules. Acumuló a lo largo del curso 1.155 minutos, un tercio de los que permitía la temporada (3.150 en total).

Nico Espinosa tiene que encontrar regularidad o el proyecto de futbolista al que todos consideraban a la altura de Abde, que le ganaba la plaza en el filial al ahora extremo de Osasuna, se quedará por el camino sin alcanzar el cénit. El curso pasado, se perdió 14 partidos. Disputó un tercio de los minutos (1.155 del total de 3.150, al margen de las prolongaciones) y eso es una barbaridad para un jugador tan joven y tan determinante.

Último partido de Nico Espinosa con el Hércules, a mediados de septiembre, frente al Badalona Futur. Jose Navarro

Esta temporada solo lleva encima dos horas de competición. Ha estado fuera seis semanas, entrenando al margen cuatro de ellas. Sin él, se recrudece la debilidad del franco derecho, donde, de momento, Ángel Rodríguez se niega a situar por delante a Raúl Ruiz (que acabó tocado y sustituido por Víctor Eimil el pasado domingo) a pesar de que de lo poco aprovechable de la propuesta de Sergio Mora fuera precisamente esa reconversión del capitán, que anotó cinco goles como atacante.

Titular en los dos primeros compromisos ligueros, Nico es el primero que quiere dejar atrás esta subida a la cima de su deportes repleta de interrupciones, de cortocircuitos. Los técnicos le han pedido que no se calle si siente molestias porque es un error, Aunque él crea que es mejor no alertar para evitarse la etiqueta de chico frágil es justo al revés. Mejor parar un día que romperse dos meses.