Segunda RFEF

Ebro-Hércules: ¿Tambores de revolución?

Las dos derrotas seguidas de los alicantinos coinciden con el cambio de opinión de Escobar sobre Ander Vitoria, que vuelve a la convocatoria un mes después

Míchel Herrero, con Artiles al fondo, prueba el golpeo en una sesión de trabajo con pelota.

Míchel Herrero, con Artiles al fondo, prueba el golpeo en una sesión de trabajo con pelota. / Hugo Izquierdo / HCF

Pedro Rojas

Pedro Rojas

Las derrotas, cuando se suceden, agitan muchas cosas y casi nunca es para bien. Lolo Escobar, que terminó muy molesto con el partido que había hecho su equipo frente al Teruel el domingo pasado, ha estado toda la semana dándole vueltas a la posibilidad de modificar una estructura que ha mantenido invariable desde su llegada al Hércules en la jornada 14.

Ficha con los datos del partido de la jornada 23 en Segunda RFEF entre el Ebro y el Hércules en Zaragoza.

Ficha con los datos del partido de la jornada 23 en Segunda RFEF entre el Ebro y el Hércules en Zaragoza. / INFORMACIÓN

Ocho partidos, los dos últimos con tropezones serios frente a rivales directos, han llevado al preparador extremeño a explorar nuevas fórmulas ofensivas. Ha llegado al punto de recurrir a Ander Vitoria para tantear la opción de alinear en el mismo once a dos delanteros puros y ha devuelto al vasco a una convocatoria, algo que no sucedía desde el cierre del mercado invernal.

Esa estructura obligaría a recomponer el dibujo y, lo más importante, a renunciar a uno de sus habituales en el centro del campo desde que asumió el control del vestuario. Plantearse un 4-4-2 pasa por sacrificar a Míchel Herrero, Artiles o Sandro Toscano de salida, porque Alvarito y el pivote defensivo, preferentemente César Moreno, son inamovibles, cada uno en su empeño.

El técnico se plantea cambiar por primera vez la estrategia ofensiva reuniendo a dos delanteros en punta de salida y sacrificando a un centrocampista

Cuesta creer que Escobar vaya a dar ese paso por más que las dimensiones y la morfología del campo municipal La Almozara-El Carmen inviten al juego directo, a colgar centros rápidos al área sin detenerse mucho a masticar las jugadas porque apenas hay margen para que circule el balón de manera controlada.

El Hércules no ha conseguido hacerlo nunca en el singular campo del conocido barrio zaragozano. De hecho, solo le ha marcado un gol al Ebro en su cancha de caucho gastado, el que firmó Chechu en septiembre de 2018. En la otras tres visitas, nada, el equipo regresó a casa sin ver puerta, casi sin pisar el área.

EL DATO

15 puntos se le han escapado al Hércules en sus partidos contra el Ebro

► Alicantinos y maños se han enfrentado 9 veces fuera del fútbol profesional y solo en 3 ocasiones se han llevado la victoria los blanquiazules. Tres duelos acabaron en tablas y otros tantos en derrota. La última vez que los alicantinos ganaron en La Almozara fue en septiembre de 2018: 0-1, gol de Chechu. 

La confección de la lista de 18 que se subieron al autocar puede dar una pista porque en ella figuran cinco centrocampistas y cuatro son titulares habituales con Lolo. El que falta es Maxi, lo que dejaría poco margen para cambiar la dinámica ofensiva en caso de necesitarlo. Que uno de esos cuatro se queda en el banquillo de salida cuadraría con el deseo expresado por el técnico de probar un bloque con dos «nueves», Jean Paul junto a Jack Harper o Ander Vitoria.

Ander Vitoria pugna con Roger Riera durante un entrenamiento en Fontcalent.

Ander Vitoria pugna con Roger Riera durante un entrenamiento en Fontcalent. / Hugo Izquierdo / HCF

El resto se mantendría, aunque parece que será en esta ocasión Diego Jiménez quien acompañaría al segundo máximo realizador del equipo, Roger Riera, en el centro de la zaga después de los errores de valor cometidos por Mario Gómez. Retuerta repetiría en el flanco izquierdo, y volvería a insistir con Raúl Ruiz en el derecho.

El Ebro, penúltimo después de 22 jornadas, necesitó 19 para obtener su primer triunfo. Es el peor equipo de todos como local y apenas ha sumado 11 goles en toda la temporada. Sobre el papel, y con la estadística encima de la mesa, es un enemigo apetecible después de la incapacidad demostrada por los blanquiazules para plantar batalla a sus iguales. 

El Ebro, penúltimo de la Liga, no ganó su primer partido hasta la jornada 19. Suma 2 triunfos en total, ambos como local, y solo suma 11 goles a favor

Sin embargo, la historia dice –lo grita bien alto–, que en La Almozara el cuadro alicantino se empequeñece, que no encuentra vías de ataque, que pasa más tiempo esperando a que le den el balón perdido fuera de las vallas que rodean el recinto, que moviéndolo, que tejiendo ataques peligrosos.

Siempre ocurre igual, el camino se transita de un modo muy similar, al menos en el Hércules: las derrotas acumuladas ponen en cuestión la autoridad, los jugadores se vuelven pequeños (hasta parecer inservibles) y el entrenador empieza a dar vueltas al calcetín hasta que el juego por el que apostó de primeras se torna irreconocible. Un tropiezo en Zaragoza abriría esa puerta... el fútbol no lo quiera.