Golpe fallido

¿Dónde está Prigozhin? El rastro del líder de Wagner se pierde camino de su exilio a Bielorrusia

El presidente bielorruso, Aleksándr Lukashenko, medió entre Wagner y el Gobierno ruso para llegar a un pacto que evitara un "derramamiento de sangre"

El líder de Wagner, Yevgeny Prigozhin.

El líder de Wagner, Yevgeny Prigozhin. / Europa Press/Contacto/Pool /Wagner Group

Àlex Bustos

Cuando Yevgueni Prigozhin, el líder de los mercenarios de Wagner, abandonaba Rostov del Don, el pasado domingo, sintió el aprecio de sus compatriotas. En la ciudad que tomó junto a sus hombres, los viandantes le pedían fotos y selfies y le dedicaban comentarios amables. Aunque fracasó en su intento de echar a lo que él considera "manzanas podridas" del Gobierno ruso, a las que culpa de la muerte de 100.000 soldados, su desenlace ha sido mucho mejor de lo que se podía preveer en un principio. Ni militares rusos ni otros grupos se unieron a su golpe e incluso le plantaron cara con helicópteros militares, que llegaron a disparar contra la columna de vehículos de Wagner. Actualmente el paradero de Prigozhin es totalmente desconocido, aunque presumiblemente se encuentre en Bielorrusia o de camino.

El presidente bielorruso, Aleksándr Lukashenko, medió entre Wagner y el Gobierno ruso para llegar a un pacto que evitara un "derramamiento de sangre". En dicho pacto se incluyó el exilio de Prigozhin en su país, donde podrá establecerse después de haber caído del pedestal que se ganó tras años de servicio al putinismo. Oficialmente, el acuerdo le libraba de los cargos de los que se le acusó en un primer momento, como rebelión organización de un motín.

Sin embargo, algunos medios del establishment ruso apuntaron este lunes que no se habrían retirado en su totalidad. El cargo por amotinarse seguiría vigente, y por él le pueden caer entre 12 y 20 años de cárcel. Según los mismos medios, no es posible retirar esos cargos cuando ha pasado tan poco tiempo. Esta información no ha sido confirmada ni por la policía ni por el FSB.

Poder económico

Además de poseer bajo su control la empresa de mercenarios más importante de Rusia, que en su punto más álgido tuvo 50.000 hombres, la Fundación Anti-Corrupción --tildada de organización extremista por las autoridades rusas-- del opositor Alekséi Navalni apuntó que Prigozhin gozaba de una cuantiosa fortuna , además de tener en su haber un yate, múltiples propiedades y un avión.

Su ejército privado, que durante años ha sido el mazo de Rusia alrededor del mundo, tenía presencia en diferentes países tanto de África como de Asia Latinoamérica, además de Ucrania. Allí donde Moscú tenía intereses económicos, el grupo mercenario estaba presente para hacer aquello que las tropas regulares no podían hacer, de la misma forma que Academi hacía lo propio para Estados Unidos. Esta actividad en el extranjero, con el permiso explícito del Kremlin, le sirvió para explotar todo tipo de recursos naturales en dichos países, que según Occidente habría estado vendiendo para lucrarse.

Todo este poder económico es lo que, a día de hoy, le queda al otrora llamado "cocinero de Putin", ya que de manera oficiosa es persona non grata en Rusia y perderá su ejército personal, que se integrará parcialmente en el Ejército regular. También perderá su influencia política y a sus aliados, como el gobernador de Chechenia, Ramzan Kadirov, o Serguéi Surovikin, el llamado "general Armaggedon".