Calentamiento global

China teme múltiples desastres naturales este verano por el calentamiento global

El presidente chino, Xi Jinping, ordenó ayer a varios ministerios que den "la máxima prioridad" a la protección de vidas y propiedades

El Ejército trabaja en las labores de rescate en la ciudad de Chongqing (China), anegada por las lluvias torrenciales.

El Ejército trabaja en las labores de rescate en la ciudad de Chongqing (China), anegada por las lluvias torrenciales. / FENG TAO / EFE

Adrián Foncillas

China alterna sequías inundaciones mientras colecciona las temperaturas más altas en décadas. Es otro intenso verano más, corolario de que los desórdenes climáticos son estructurales y de que pocos países están más expuestos que China. Y lo peor, temen las autoridades meteorológicas, está por llegar: este lunes advertían de que esperan en este julio apenas estrenado "múltiples desastres naturales como inundaciones, tifones y altas temperaturas".

Las torrenciales lluvias y sus efectos empujan los focos hacia el centro del país. Quince personas han muerto en la macrociudad de Chongqing y 85.000 han sido desplazadas, según la televisión pública. A la zona han sido enviados 400 equipos de emergencia para lidiar con las inundaciones que también han arruinado puentes y otras infraestructuras. Casi medio millón de personas han quedado afectadas en la vecina provincia de Sichuan por las lluvias. En Hunan han forzado la evacuación de 10.000 personas y dejado daños por el equivalente de 80 millones de euros. La televisión y redes sociales muestran rescates milagrosos como el de una pareja atrapada sobre el techo de su coche en medio de un violento torrente de agua que recibió de un dron los chalecos salvavidas y cuerdas.

El presidente chino, Xi Jinping, ordenó ayer a varios ministerios que den "la máxima prioridad" a la protección de vidas y propiedades y el miércoles las alertas por inundaciones se han extendido a las provincias nororientales de Jilin, Liaoning y Heilongjiang. Dos años atrás murieron 400 personas en la provincia central de Henan tras un diluvio que la prensa nacional calificó como "el peor del milenio".

Quince días a más de 35 grados

Sólo los más audaces se sientan en las terrazas pequinesas antes de que el sol se esconda. No escasean las canículas sofocantes en la capital pero ninguna como esta. El mes pasado se contaron 14 días con temperaturas de 35 grados y un puñado por encima de los 40. Fue el junio más caliente desde que China empezó los registros más de 60 años atrás. Unas 70 estaciones meteorológicas en el país han registrado sus récords históricos, ya se cuentan cuatro olas de calor regionales en apenas un mes de verano y se esperan un julio y agosto aún más tórridos.

El cuadro sugiere otro drama agrícola. La sequía del pasado año, la más aguda en medio siglo, afectó a más de seis millones de hectáreas y diezmó la cosecha. La escasez de agua actual ya se ha extendido a la mitad del pasado año y las precipitaciones en la provincia húmeda de Yunnan han caído más del 50 %. En el centro, tradicional granero del país, el problema ha sido el contrario: las fuertes lluvias aceleraron la germinación del trigo y el 15 % fue apartado del consumo humano.

El calor ha disparado la demanda de energía, necesaria para los aparatos acondicionados, y provocado ya cortes de suministro en varias regiones. También se recuerda estos días en China el parón forzoso del sector fabril dos años atrás por la escasez eléctrica.

Los chinos conocen como 'sanfu' a los tres periodos de diez días de calor y humedad extremos durante el verano en los que la medicina tradicional desaconseja las bebidas frías para evitarle al cuerpo los contrastes térmicos. Los 30 días se alargaron el pasado año a unos inéditos 40 y no parece que este vaya a ser diferente.

No son raras las inundaciones en el centro y sur de China en la temporada del monzón. Los desbordamiento del río Yantzé, una cicatriz horizontal, han causado mortandades cíclicas. Tampoco son raras las sequías. Pero los expertos repiten que los episodios meteorológicos extremos ganan en frecuencia e intensidad. China es especialmente frágil frente a 'El Niño' y otros fenómenos de calentamiento global por su demografía, extensión y escasos recursos acuíferos.