Catástrofe medioambiental

La presencia de turistas divide a un Hawái devastado por los incendios

Unas 46.000 personas han abandonado la isla desde que fuese asolada por la mayor catástrofe natural de su historia

La presencia de turistas divide a un Hawái devastado por los incendios.

La presencia de turistas divide a un Hawái devastado por los incendios. / EFE

Carles Planas Bou

"No es el momento de hacer turismo. Por favor, no vengan de vacaciones a Maui". Con estas palabras, el actor Jason Momoa trataba el pasado fin de semana de concienciar a sus seguidores sobre los incendios que han devastado la paradisíaca isla de Hawái y en los que han muerto más de un centenar de personas. Su mensaje va en línea con lo que han pedido las autoridades locales, que quieren frenar temporalmente las llegadas al archipiélago para centrarse en reconstruir ciudades como Lahaina, reducidas a cenizas.

La gran mayoría de los turistas ha hecho caso. Unas 46.000 personas han abandonado la isla desde que fuese asolada por la mayor catástrofe natural de su historia. Muchas fueron evacuadas cuando las llamas aún no se habían apagado. El pasado domingo, el número de llegadas de pasajeros había descendido casi un 81% en comparación con el mismo periodo del año pasado, según datos del Departamento de Empresas, Desarrollo Económico y Turismo de Hawái recogidos por Reuters. La poca presencia de aviones en la isla, especialmente de procedentes de fuera del archipiélago, se puede apreciar también en el mapa de Flight Radar 24, página web que rastrea vuelos en todo el mundo.

Otros, sin embargo, han optado por ignorar las peticiones del Gobierno hawaiano, despertando la indignación de los locales. "Los turistas se están bañando en las mismas aguas donde nuestra gente murió hace tres días", ha explicado una ciudadana de Maui a la BBC. El medio británico retrata una isla dividida en dos clases: los residentes que trabajan para recuperar los cadáveres y los hogares que han perdido por los fuegos y la burbuja de los visitantes que siguen hospedados en los glamurosos complejos hoteleros del suroeste, menos afectado.

Maui necesita turistas

El malestar de muchos locales, canalizado a través de las redes sociales, contrasta con su realidad económica. Maui depende del turismo. El 80% de su riqueza se nutre de ese sector, según su junta de desarrollo. Unos 2,9 millones de turistas visitaron la isla en 2022, gastando aproximadamente 5.690 millones de dólares. Por otro lado, menos de 165.000 personas residen ahí, de acuerdo con los datos del censo de Estados Unidos.

Esa realidad, fácilmente observable desde el terreno, es la que ha llevado a las autoridades de Hawái a debatir qué deben hacer. Mientras los equipos de rescate siguen rastreando el terreno afectado por los incendios en busca de posibles fallecidos, el Gobierno estudia todas las posibilidades. La prioridad es resolver las necesidades inmediatas de los residentes y levantar nuevas viviendas para que puedan proseguir con su vida. Sin embargo, la salud financiera de la isla también pesa. Y mucho.

El dilema que enfrentan ahora es similar al que se vivió al inicio de la pandemia del covid-19, cuando se sopesó un cierre de fronteras. "Toda nuestra gente necesitará sobrevivir, y no podemos permitirnos no tener trabajo ni futuro para nuestros hijos", ha explicado Josh Green, gobernador de Hawái. "Cuando se restringe cualquier viaje a una región, realmente se devasta a sus propios residentes locales de muchas maneras más que a nadie".

"Nadie nos ha dicho nada"

La Autoridad de Turismo de Hawái ha pedido a los visitantes que eviten viajar a la zona occidental de Maui, donde se encuentra Lahaina. Esa restricción no afectará a Iñaki y a su familia, que dentro de dos semanas iniciarán una ruta marítima por el archipiélago en un crucero de Norwegian Line Cruises. "Para nuestra sorpresa, nadie nos ha dicho nada", explica este barcelonés de 59 años. "Ni la empresa del crucero ni la agencia de El Corte Inglés con la que lo contratamos todo hablan de lo que ha pasado, así que estamos a la expectativa". Su crucero solo atracará dos noches en el puerto de Maui, al norte de la isla, y tenían planeado visitar el área oriental, ajena al fuego. "Si al final deciden que no paramos en Maui pues mala suerte, es lo que hay", asegura. "Ya sabes que pueden pasar estas cosas".

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