Guerra en Ucrania

El silencio del Kremlin alimenta las hipótesis sobre la muerte de Yevgueni Prigozhin, el líder de Wagner

El lugar en el que se estrelló el líder de los Wagner.

El lugar en el que se estrelló el líder de los Wagner. / EP

Àlex Bustos

El oficialismo ruso ha evitado hablar del tema de la semana el máximo posible. Este jueves, un día después del accidente aéreo del jet privado del líder de los mercenarios Wagner, Yevgueni Prigozhin, el presidente Vladímir Putin ha comparecido telemáticamente en la cumbre de los países BRICS como si nada, siguiendo con su agenda tal y como estaba estipulada. Otros nombres importantes como Dmitri Pskov, el portavoz del Kremlin, o Serguéi Lavrov, el ministro de Asuntos Exteriores, tampoco han hecho ninguna declaración pública sobre el incidente.

Una de las pocas informaciones confirmadas es que no hubo supervivientes del choque del avión en la región de Tver y que entre la lista de los diez tripulantes de la nave se encontraban además del propio Prigozhin, Dmitri Utkin, su segundo de a bordo y conocido simpatizante del Tercer Reich, dejando a la cúpula de Wagner descabezada. Otros miembros clave de Wagner también se encontraban en el avión, además de tres operadores de cabina. La agencia de Aviación Civil rusa, Rossaviatsia, fue quién confirmó esta información y apuntó ya el miércoles que "se ha abierto una investigación sobre el choque ocurrido en la región de Tver". Además de los 10 cadáveres, el medio catarí Al Jazeera asegura que se encontró el teléfono de Prigozhin entre los restos del avión.

El avión era un jet privado usado de forma regular y esclusivamente por la compañía Wagner. Según ha apuntado la web Flight Radar, la nave volaba a 8.500 metros de altura cuando a las 18:50, hora española, empezó a perder altitud a alta velocidad. No fue hasta los últimos 30 segundos que la nave dejó de comunicarse con el exterior, cuando se estrelló en el término municipal de Kuzhenkino, en la región de Tver.

Hipótesis en el aire

La falta de información confirmada ha alimentado todo tipo de teorías sobre el accidente. El oficialismo ruso ha evitado señalar causas por ahora y no se cierran a ninguna posibilidad. Fuentes estatales citadas por medios rusos apuntan que "se están considerando todas las posibilidades, incluidos errores del piloto, problemas técnicos e influencias externas". En caso de atribuirse a un ataque terrorista, Moscú podría incluso culpar a Ucrania o a Occidente, como ya hizo con los atentados contra la hija del influyente Daria Duguina y el bloguero militar Vladen Tatarski.

Por su parte, algunos canales afines al grupo mercenario apuntan que el avión fue derribado por defensas antiaéreas del propio Estado ruso y claman venganza contra los "traidores" responsables del ataque. Otra de las posibilidades es de un sabotaje, aunque por ahora falta información concluyente. Este incidente recuerda al de 2003, que mató al general ruso Alexander Lebed. Este militar fue uno de los competidores más acérrimos a Boris Yeltsin, primer presidente de la historia de Rusia.

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