Relaciones UE-Turquía

Bruselas tiende la mano a Turquía y propone reanudar el diálogo político

La Comisión Europea admite que las relaciones son "frágiles" y que la postura de Ankara hacia Chipre o los derechos humanos y el Estado de derecho sigue siendo un problema

Recep Tayyip Erdogan, presidente de Turquía.

Recep Tayyip Erdogan, presidente de Turquía. / PRESIDENCIA DE TURQUÍA - Archivo

Silvia Martinez

Con la ratificación de la adhesión de Suecia a la OTAN a punto de concretarse como telón de fondo --se espera que Turquía complete definitivamente el proceso en "unas semanas"--, la Unión Europea tiende la mano de nuevo a Ankara para reavivar un diálogo de alto nivel suspendido hace cuatro años en áreas como la economía, energía o transporte, debido a las perforaciones turcas no autorizadas en el Mediterráneo oriental, y propone reanudar las reuniones del consejo de asociación. "Nuestras expectativas son claras: mantener la calma en el Mediterráneo oriental y mejorar su prosperidad", ha justificado el alto representante para la Política Exterior y de Seguridad Común de la UE, Josep Borrell, durante la presentación del informe que remitirá ahora a los líderes europeos.

El análisis responde a un mandato del Consejo Europeo de marzo de 2021 y hace un repaso a la situación de las relaciones entre la UE y Turquía, país candidato a la adhesión desde finales de 1999 pero con las conversaciones estancadas desde hace más de cinco años. Incluye además recomendaciones sobre cómo reactivar una relación que en Bruselas se considera "estratégica" dadas las tensiones geopolíticas en la región y la importancia de Ankara para mantener la estabilidad en el Mediterráneo oriental.

Para ello, plantean reanudar los diálogos de alto nivel sobre economía, energía y transporte suspendidos en 2019, siempre y cuando Ankara no retome las perforaciones ilegales frente a las costas de Chipre. Bajo la misma lógica, el Ejecutivo recomienda a los 27 retomar las reuniones del Consejo de Asociación y el Diálogo Político de Alto Nivel a nivel ministerial. También plantea retomar los diálogos sectoriales sobre clima salud, inmigración, seguridad, agricultura, así como investigación e innovación y comercio. Para acercar Ankara a Bruselas la hoja de ruta de Borrell también propone invitar al ministro de Exteriores turco a reuniones informales de la UE "cuando sea pertinente" y animar a Ankara a que aumente su contribuciones a operaciones europeas de mantenimiento de paz.

A nivel sectorial la lista de posibilidades es larga e incluye desde reanudar las conversaciones para modernizar la unión aduanera entre ambos bloques hasta reforzar la cooperación en materia de lucha contra la inmigración, reactivar la readmisión de inmigrantes de las islas griegas y Chipre. A cambio, y como cuestión prioritaria, Bruselas recomienda a los Veintisiete que exploren posibilidades para facilitar los visados para los ciudadanos turcos, particularmente para empresarios, estudiantes y ciudadanos con familia en la UE.

"Actitud más constructiva"

Según el Ejecutivo comunitario, en los últimos dos años Turquía ha mostrado una actitud "más constructiva" en diversas cuestiones y sus relaciones bilaterales con los países de la UE más cercanos, como Chipre o Grecia, han mejorado. "Se trata de avances positivos que deben mantenerse", sostiene Bruselas que reconoce que el proceso de reanudación de las relaciones sigue siendo "frágil" y que cuestiones, como la postura de Ankara, defendiendo una solución de dos estados para Chipre, constituye "un desafío importante". Y lo mismo ocurre con las opiniones del Gobierno de Recep Tayyip Erdogan sobre Hamás, que chocan frontalmente con las de la UE, o la "grave situación interna" en materia de derechos humanos y Estado de derecho, incluida la no aplicación de las sentencias del Tribunal Europeo de Derechos Humanos.

"La relación UE-Turquía tiene claramente muchos obstáculos que superar" pero "proseguir el diálogo de buena fe, incluso sobre la cuestión de Chipre, absteniéndose al mismo tiempo de acciones unilaterales, podría conducir al desarrollo de una relación más cooperativa y mutuamente beneficiosa", estima la Comisión que insiste en que es en su "interés estratégico" desarrollar una relación con Ankara en todos los ámbitos posibles "de buena fe, de forma proporcionada y con reversibilidad", ha defendido Borrell durante la presentación del documento. "Necesitamos aunar todos nuestros esfuerzos para resolver los problemas que tenemos con Ankara sobre distintos puntos de vista. Quizás no coincidamos en todos los puntos pero hay más cosas que nos unen de las que nos separan", ha añadido el comisario de ampliación, Oliver Varhelyi.