Propuesta

El Consejo de Seguridad aprueba una valoración inicial sobre la posible reintegración de Afganistán

La propuesta, impulsada por Japón y Emiratos Árabes Unidos en marzo de este año, ha sido coordinada por el embajador turco ante la ONU, Feridun Sinirlioglu

El ministro de Exteriores de Irán, Hosein Amirabdolahian, con su homólogo talibán, Amir Jan Muttaqui

El ministro de Exteriores de Irán, Hosein Amirabdolahian, con su homólogo talibán, Amir Jan Muttaqui / Europa Press

EP

El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas ha aprobado este viernes las recomendaciones formuladas por una "valoración independiente" sobre la actual situación política en Afganistán, y que servirán de líneas maestras para una posible reintegración del país, ahora mismo en manos del régimen fundamentalista talibán, en la comunidad internacional.

La propuesta, impulsada por Japón y Emiratos Árabes Unidos en marzo de este año, ha sido coordinada por el embajador turco ante la ONU, Feridun Sinirlioglu, y ha culminado en la creación de una "arquitectura de relaciones" que recoge cuatro recomendaciones fundamentales entre las que destaca "una hoja de ruta para reintegrar por completo a Afganistán en la comunidad internacional si cumple sus compromisos y obligaciones".

Desde el retorno al poder de los talibán el 15 de agosto de 2021 con la toma de Kabul, la capital, el nuevo régimen fundamentalista no ha sido reconocido por país alguno, aunque los talibán han mantenido relaciones diplomáticas por necesidad con países vecinos, como Pakistán o Irán, así como Rusia o China, los únicos dos países que se han abstenido en la votación de este viernes, aprobada por otro lado con el respaldo de los otros 13 países que conforman el Consejo de Seguridad.

En virtud de esta aprobación, los países del Consejo de Seguridad solicitan al secretario general de la ONU, António Guterres, la designación de un enviado especial para Afganistán.

Naciones Unidas ha denunciado en numerosas ocasiones que la falta de acercamientos con los talibán se debe al desprecio de los fundamentalistas sobre el ejercicio de los Derechos Humanos, en particular los de mujeres, niñas y minorías étnicas del país. Los extremistas han asegurado muchas veces que están en proceso de elaboración de políticas para reintegrar a la mujer en la vida laboral afgana, sin concretar más, y también han insistido en que en ningún modo excederán las restricciones dictadas por sus clérigos.

De hecho, hace una semana, la jefa de la Misión de Asistencia de Naciones Unidas en Afganistán (UNAMA), Roza Otunbayeva, declaró ante el Consejo de Seguridad de la ONU que la falta de progreso en materia de Derechos Humanos en el país es un "factor clave" en la actual situación de estancamiento en el país.

"La falta de avances en la resolución de las cuestiones de Derechos Humanos es un factor clave detrás del actual estancamiento. Aceptar y trabajar para defender las normas y estándares internacionales, tal y como se establecen en los tratados de la ONU que Afganistán ha ratificado, seguirá siendo una condición no negociable para ocupar un puesto en Naciones Unidas", ha recalcado Otunbayeva.