Salud y medio ambiente

La UE acuerda prohibir el uso de mercurio en empastes dentales y lámparas a partir de 2025

En el caso de la fabricación e importación de amalgama dental, los Estados miembros que necesiten más tiempo para adaptar su sistema nacional de asistencia sanitaria podrán seguir utilizándolo hasta el 30 de junio de 2026

Una dentista atiende a un paciente.

Una dentista atiende a un paciente. / JESUS DE ARCOS

Silvia Martínez

La Unión Europea da un nuevo paso para convertirse en la primera economía libre de mercurio, una sustancia considerada tóxica y una “amenaza” para la salud y el medio ambiente. Los negociadores del Consejo y del Parlamento Europeo han cerrado un “acuerdo político” sobre la revisión del reglamento que regula el uso de esta sustancia. A partir del 1 de enero de 2025 estará prohibido tanto el uso de amalgamas dentales que contengan mercurio como la fabricación, importación y exportación de determinadas lámparas que contengan mercurio.

En 2019 ocho Estados miembros aún realizaban el 50% de los tratamientos dentales con amalgama de mercurio

"No hay razón para seguir utilizando mercurio en nuestra vida cotidiana cuando los riesgos para la salud están tan bien documentados. Ahora disponemos de alternativas eficaces para la odontología y las lámparas", ha justificado el comisario de medio ambiente, Virjinius Sinkevicius. Bruselas, que presentó una propuesta en julio de 2023, alega que hay alternativas que permiten dejar de utilizar este tipo de sustancias en los últimos usos intencionados de mercurio que quedan en la UE, aunque la normativa, que ahora tiene que ser aprobada formalmente por Consejo y Parlamento Europeo, permitirá una "excepción limitada y temporal" en ambos casos.

Los Estados que necesiten más tiempo para adaptar su sistema de asistencia sanitaria tendrán una moratoria hasta el 30 de junio de 2026

En el caso de la fabricación e importación de amalgama dental, los Estados miembros que necesiten más tiempo para adaptar su sistema nacional de asistencia sanitaria podrán seguir utilizándolo hasta el 30 de junio de 2026. Además, el uso, la fabricación y la importación de amalgama dental también seguirán estando permitidos para necesidades médicas específicas cuando un médico lo considere estrictamente necesario. En cuanto a la fabricación, importación y exportación de seis lámparas que contienen mercurio estarán prohibidas a partir del 31 de diciembre de 2025 o el 30 de junio de 2026, dependiendo de la categoría de la lámpara.

Situación dispar en la UE

El único Estado miembro que ha erradicado por completo el uso del amalgama dental, según el estudio de impacto de la Comisión Europea, es Suecia. La presencia también es testimonial en Finlandia (0,002), Estonia (0,005), Chipre (0,008), Luxemburgo (0,009) y Holanda (0,087) mientras que apenas se utilizaría en España (0,182).

En España apenas se usa el mercurio en los empastes dentales

Sin embargo, ocho Estados miembros (Austria, Croacia, República checa, Grecia, Malta, Polonia, Eslovaquia y Eslovenia) todavía realizaban en 2019 cerca o más del 50% de sus tratamientos dentales con amalgama dental, aunque varios de ellos desde entonces han eliminado progresivamente o han anunciado su intención de eliminar progresivamente el uso de amalgama dental antes de 2030.

El mercurio se considera una sustancia "muy tóxica" para la salud humana

"En ausencia de una intervención reguladora de la UE, la amalgama dental seguiría utilizándose en algunos Estados miembros en cantidades bastante elevadas, mucho después de 2025", alertaba Bruselas en su estudio de impacto. Una utilización que achaca a la falta de comunicación y conocimiento de las alternativas sin mercurio entre los pacientes, a la falta de formación de los odontólogos para el uso de dichas alternativas, y a los costes más elevados para los pacientes en algunos Estados miembros de la UE (por ejemplo, Alemania e Italia) cuando solicitan el reembolso de un tratamiento sin mercurio. En 2019, según Bruselas, todavía se utilizaban 40,4 toneladas de mercurio.

Sustancia tóxica

La Unión Europea considera que el mercurio es una "sustancia muy tóxica" cuya exposición a elevados niveles puede dañar el sistema nervioso central, los pulmones, los riñones y el sistema inmunitario. Concretamente, es una una potente neurotoxina que causa daño cerebral y renal permanente en los adultos y afecta al desarrollo fetal y del niño en la primera infancia. Por ello, ha sido clasificado como tóxico para la reproducción, mortal en caso de inhalación, capaz de causar daños a todos los órganos debido a una exposición prolongada o repetida y muy tóxico para los organismos acuáticos, con efectos adversos duraderos.

La legislación europea ya prohíbe parcialmente la utilización de mercurio en la amalgama dental. Concretamente, desde el 1 de enero de 2018 no se puede utilizar para el tratamiento de dientes de leche y de miembros vulnerables de la población (menores de 15 años y mujeres embarazadas o en período de lactancia), excepto cuando el profesional dental lo considere estrictamente necesario debido a las necesidades médicas específicas del paciente.

El principal marco jurídico a nivel internacional sobre el uso de mercurio es el Convenio de Minamata que, al igual que el reglamento europeo, aborda todo el ciclo de vida del mercurio con el objetivo de proteger la salud humana y el medio ambiente de las emisiones y liberaciones antropogénicas del mercurio en el aire, el agua y la tierra.

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