Opinión

El significado del 9 de mayo y su proyección hacia el futuro

Celebración en 2023 del Día de Europa en el IES Sixto Marco de Elche

Celebración en 2023 del Día de Europa en el IES Sixto Marco de Elche / ANTONIO AMOROS

Los aniversarios, y el Día de Europa no es una excepción, se prestan a menudo a ejercicios meramente rituales o conmemorativos, y también a la profusión de lugares comunes o repetición de frases célebres. Sin embargo, soy de la opinión de que un día como hoy debe ser la ocasión, primero, de explicar su verdadero significado, luego, de poner de relieve su relevancia para el tiempo presente y, por último, plantear lo que debe hacerse para seguir realizando la promesa federal que simboliza esta efeméride. Me parece especialmente necesario ya que en exactamente un mes los europeos expresarán en las urnas sus preferencias políticas en un contexto de preocupación por el crecimiento de la ultraderecha euroescéptica y eurófoba en muchos Estados miembros. En el sistema político europeo nos movemos en un doble eje, el horizontal (izquierda-derecha), y el vertical (federal-nacional).

Recordemos para empezar el contexto histórico. En plena Segunda Guerra Mundial (1941), un grupo de antifascistas recluidos por Mussolini en la pequeña isla de Ventotene propone que, una vez sea derrotado el nazifascismo, se establezca una Federación europea para garantizar la paz, la libertad y la prosperidad continentales. Tras la victoria aliada, el 8 mayo de 1945, Europa es un continente física, económica, y moralmente devastado por la tragedia bélica y el Holocausto. En 1948 la sociedad civil organiza el Congreso de la Haya, del que saldrá el loable proyecto del Consejo de Europa, pero en el que no se logra poner en común la soberanía de los Estados. El líder federalista Altiero Spinelli, co-autor del Manifiesto de Ventotene, imagina en cambio una asamblea constituyente europea, pero los Estados-nación se reconstruyen tras la guerra y vuelven a afirmar el viejo y caduco paradigma de la soberanía absoluta. ¿Qué hacer?

En ese momento aparece el genio creativo y pragmático de Jean Monnet y Robert Schuman, al proponer en nombre del gobierno francés un proyecto concreto: la creación de un ente supranacional encargado de la gestión común del carbón y del acero (entonces los ingredientes principales de la maquinaria bélica), como “primer paso para el establecimiento de una Federación para Europa”. Ésta es la esencia de la conocida como Declaración de Schuman del 9 de mayo de 1950 y que da origen a la primera de las comunidades europeas, la CECA: la integración federal de Europa a través de “realizaciones concretas” y no como “una obra de conjunto”, es decir, mediante la aplicación de una metodología gradualista frente el método constituyente defendido por Spinelli. Curiosamente hoy veremos a una pléyade de comisarios y políticos europeos repetir en redes sociales estas frases de la Declaración salvo la relativa al objetivo federal, que era (y es) el mismo tanto para los funcionalistas de Monnet como los federalistas de Spinelli.

Si la maniquea contraposición entre las dos vías hacia la federación era ya entonces discutible, en la actualidad lo es aún menos. Nuestra Unión avanza en su integración por ambos carriles, es decir a corto plazo por las “realizaciones concretas” que constituyen todas los reglamentos y directivas que se van aprobando por las instituciones, como a través de “operaciones constitucionales de conjunto” (las reformas periódicas de los Tratados). Lo importante es que la promesa federal de Ventotene y del 9 de mayo de 1950 está por culminarse, y que ésta es más vigente y necesaria que nunca, a la vista de las policrisis que hemos vivido desde la aprobación del Tratado de Lisboa en 2007 (crisis financiera, migraciones, Brexit, etcétera) y otras nuevas (pandemia, guerra de Ucrania, etcétera). Por eso el Parlamento Europeo propuso en noviembre de 2023 una gran reforma general de los Tratados actuales, para aumentar las competencias y el carácter democrático de la Unión.

Asimismo, como Presidente de la Unión de los Federalistas Europeos he establecido una alianza con la Asociación Jean Monnet, precisamente para trabajar juntos por la misma visión federal que compartían nuestros fundadores, y que se concreta en el relanzamiento del Comité de Acción por los Estados Unidos de Europa, y la publicación el 7 de mayo de nuestro Manifiesto común en vistas de las elecciones europeas de junio de 2024. En este documento pedimos a la ciudadanía una alta participación, en favor de los partidos pro-europeos; a los partidos políticos les reclamamos un debate paneuropeo sobre los grandes retos transnacionales; al Consejo Europeo le exigimos que responda a la petición del Parlamento Europeo sobre la reforma de los Tratados; y sugerimos a la nueva Eurocámara que condicione la elección de la futura Comisión Europea a que ésta apoye el proyecto de reforma federal de los Tratados. Parafraseando lo que dijo Schuman el 9 de mayo de 1950, “necesitamos esfuerzos creadores a la altura de los peligros que acechan a Europa”.