Torrevieja reubica parte de los puestos de los hippies por las obras del puerto

El viernes comenzó la reubicación de unos 25 puestos de artesanía, popularmente conocidos como "de los hippies", en su nuevo emplazamiento para permitir las obras de construcción de la glorieta que dará acceso al nuevo párquing subterráneo de la zona de ocio Paseo del Mar que se construye en el puerto de Torrevieja.

Accesos

La previsión es que la nueva glorieta de regulación del tráfico, en la que el Ayuntamiento invierte más medio millón de euros, esté terminada durante el verano y que el aparcamiento se abra en agosto. Aunque se trata de solo de plazos estimativos.

Las obras ya dejan perfilar el vial que conectará la glorieta con la zona de ocio, que discurre entre el paseo de la Libertad y el edificio de Aduanas. Las casetas de venta de artesanía están siendo reubicadas en una explanada que ha sido preparada sobre una solera de cemento en paralelo al paseo de la Libertad.

Puestos de madera

Aunque la mayoría de los puestos de madera concesionados tienen una actividad regular durante todo el año, alguna de las casetas llevaba tiempo cerrada y su estado era de claro deterioro. Los estands homogéneos que sustituyeron a las estructuras efímeras instaladas por los vendedores fueron puestos hace una década.

La obra de la rotonda también ha obligado a retirar varios ejemplares de palmera datilera de gran porte cuyo destino el Ayuntamiento no ha aclarado.

Despejado

La reubicación de las casetas ha puesto de manifiesto hasta qué punto ejercían, junto al vallado de obra que circunda el puerto desde hace casi medio siglo que también ha sido derruido, un efecto barrera sobre el acceso y perspectiva de la bahía. Poco durará la perspectiva, sin embargo, porque el perfil de la que es zona más céntrica de la ciudad estará ocupado a partir de ahora por las estructuras de hormigón de nueva planta que ya se levanta en la que será nueva zona de ocio.

Torrevieja invertirá 530.000 € en seis aparcamientos disuasorios gratuitos para 3.000 vehículos

El proyecto final de adecuación y peatonalización del entorno del puerto de los tradicionales puestos de artesanía, que caracterizan desde mediados de los años 70 del pasado siglo el paseo de la Libertad, distribuye en cuatro áreas separadas las instalaciones de los vendedores, situadas a ambos lados del edificio de aduanas y en el Hombre del Mar.

Difícilmente se podrá mantener el número actual de casi 200 negocios. Los informes municipales que realizan el cálculo de la concesión del dominio público a la Generalitat los reducen a unos cien, aunque el equipo de gobierno municipal asegura que mantendrán una cifra similar a la actual.

Tráfico

El avance de esta intervención está afectando de lleno al tráfico de una zona que registra el paso de más de 5.000 vehículos diarios en verano, según el plan de movilidad local.

El concejal de Tráfico, Federico Alarcón, ha señalado que la opción municipal para intentar hacer compatibles las obras con la temporada alta pasa por repetir el cierre de los viales de la fachada marítima como ya se hizo el verano pasado. Quedando la calle Ramón Gallud como acceso principal, la calle María Parodi como único vial para llegar a los paseos -aunque con desvíos en el tramo final por las obras- y las calles Rambla Juan Mateo y Ramón y Cajal para poder dejar el centro. Calles ya saturadas porque a diario comparten el espacio con las terrazas de los negocios de hostelería que se sitúan en estos céntricos viales además de la gran actividad de camiones que genera la carga y descarga de abasto para sus establecimientos.

Preventivos

Los aparcamientos preventivos planteados por el Ayuntamiento no estarán preparados este verano. Por lo menos con las infraestructuras mínimas de iluminación, pavimento y señalización. Otra cosa es que algunos de ellos ya sean utilizados de manera improvisada por los conductores para aparcar, como los ubicados en el entorno del Colegio Acequión y la sede de AFA.

¿Quejas de los hosteleros?

Alarcón señaló en rueda de prensa que algunos hosteleros han atribuido esta decisión de restringir el tráfico en el verano de 2023 a una supuesta reducción de la ocupación de las terrazas.

Los principales negocios del centro completaron la temporada con mayor afluencia de su historia, aprovechando además que todavía no abonaban la ocupación de dominio público para explotar hasta el último metro de espacio público peatonal con sillas y mesas. Algo que este verano se verá más limitado, aunque solo sea por el hecho de que el Ayuntamiento reclamará el pago.

Un aspecto distinto a la regulación especial del tráfico en verano es que una parte del turismo residencial ya renuncie en julio y agosto a aventurarse al centro de Torrevieja para evitar retenciones y masificación.

Comienzo de los trabajos de construcción de la rotonda para dar a acceso a la nueva zona de ocio del puerto de Torrevieja

Rotonda

El Ayuntamiento asegura que esta rotonda que se construye en la confluencia de la calle María Parodi con las plazas de Waldo Calero y Castelar no es la definitiva y que el proyecto de remodelación y peatonalización del entorno portuario definitivo que debe acompañar urbanísticamente a la nueva zona de ocio portuaria y estaría adjudicado en septiembre contemplará otro trazado. En esa fecha debería estar cerrado y en marcha el nuevo intento por contratar las obras de reparación del dique de Levante por 8,3 millones de euros.

Las obras de la nueva glorieta se están llevando a cabo en coordinación con la actuación en la ampliación de la red de pluviales de Agamed en el que se invierten cuatro millones de euros y que doblará la capacidad de desagüe de la calle Rambla Juan Mateo y del puerto hasta la bahía con tres cajones de hormigón de 3x2 metros.

Obras

También se coordinan con las propias obras de la zona de ocio, que superarán los 40 millones de euros de inversión privada. En estas obras se está completando el forjado del aparcamiento, y avanza en la estructura de lo que serán los edificios para albergar más de 8.000 metros cuadrados de negocios de restauración, multicines y otras instalaciones, pero sin oferta comercial, atendiendo a las limitaciones de la legislación portuaria autonómica.