Investigación

Ucrania proporcionó una nueva identidad al piloto ruso asesinado en Alicante

El excombatiente ruso Maxim Kuzminov, piloto militar asesinado a tiros en Alicante el día 13, entró en España en octubre pasado con un pasaporte auténtico

El pasaporte del ruso asesinado en Alicante está emitido en Ucrania en septiembre pasado.

El pasaporte del ruso asesinado en Alicante está emitido en Ucrania en septiembre pasado. / El Periódico

Juan José Fernández

Se hacía pasar ante las autoridades españolas por Ihor (o Igor) Shevchenko, pero era un nombre ficticio para el pasaporte ucraniano GG843153. En el documento, al que ha tenido acceso El Periódico, del grupo Prensa Ibérica, aparece con su fisonomía sin alteraciones, con el flequillo y facciones con que se hizo famoso en Rusia y Ucrania en agosto pasado, tras atravesar el frente de guerra con el helicóptero Mi-8 que le había confiado el ejército ruso y entregarse a las fuerzas de Kiev en una base de Kharkiv.

El excombatiente ruso Maxim Kuzminov, piloto militar asesinado a tiros en La Vila Joiosa (Alicante) el día 13, entró en España en octubre pasado con un pasaporte auténtico e identidad ficticia. Un nombre proporcionado por autoridades ucranianas según la principal hipótesis de fuentes de la Seguridad del Estado. Llegó tras un periodo de interrogatorios, recuperación de heridas y refugio a cargo de las Fuerzas de Defensa de Ucrania, hasta su viaje a España camuflado entre la amplia diáspora ucraniana.

La Guardia Civil sigue sin confirmar que el cadáver que levantó el 13 de febrero sea el de Kuzminov. El documento del que estaba en posesión se emitió el 22 de septiembre pasado y le describe como ciudadano de Donetsk nacido el 15 de septiembre de 1990; o sea, de 33 años de edad, cinco más de los que realmente tenía.

En la Seguridad del Estado se investiga si fue el gobierno de Kiev el que le proporcionó identidad falsa, y quiénes en España conocían esa circunstana. No obstante, no se descarta el detalle de que, durante la guerra, Rusia se ha hecho también con grandes partidas de pasaportes auténticos ucranianos que su ejército puede manejar.

Además, forma parte de las pesquisas una lista no menor de incógnitas que rodean a su muerte. Según la respuesta que obtengan esas preguntas, podría confirmarse que ha sido utilizado territorio español para una ejecución derivada de la guerra en Ucrania, o sea, que se ha producido un fallo de seguridad con un refugiado.

Sentenciado

Maxim Kuzminov se alojaba en una zona de Alicante con numerosos ucranianos… y también rusos. Y eso pese a que no era un personaje precisamente anónimo, por la difusión mediática que Ucrania le dio a su cambio de bando, decidido supuestamente por oposición a la guerra.

El piloto ruso Maxim Kuzminov habla en una rueda de prensa en Ucrania el 5 de septiembre de 2023.

El piloto ruso Maxim Kuzminov habla en una rueda de prensa en Ucrania el 5 de septiembre de 2023. / EFE

Su deserción le costó la vida a otros dos tripulantes de la aeronave que iban con él, y que fueron tiroteados en Kharkiv al no entregarse. Y esa circunstancia, ante la dolorida presión de las familias en Moscú, llevó a la televisión rusa a anunciar que la deserción no quedaría sin castigo. El jefe del servicio de espionaje exterior ruso, Serguei Narishkin, le calificó este martes de “traidor y criminal” que “se convirtió en un cadáver moral cuando planeó su sucio y terrible crimen”.

Precisamente por saberse perseguido como desertor, llama la atención que buscara escondite en uno de los puntos de la costa europea con mayor concentración de rusos, si bien es verdad que entre la numerosa población del este de Europa lo tenía más fácil para no llamar la atención que en una localidad sin apenas refugiados.

Disparos no profesionales

El modus operandi del crimen es otro aspecto relevante. No es, por su falta de profesionalidad, el estilo de agentes del servicio secreto ruso: fueron ocho tiros, de los que dos no le acertaron y uno no fue mortal. “Un ejecutor del GRU (servicio de espionaje militar ruso) te pega un tiro en el pecho y otro en la cabeza y desaparece inmediatamente con un medio de fuga preparado previamente”, explica una de las fuentes consultadas en la Seguridad del Estado.

El cuerpo de Kuzminov fue hallado en la rampa del garaje de un inmueble de 10 plantas que es parte de una urbanización en la calle Rosa de los Vientos de La Vila Joiosa. Un vecino de nacionalidad española alertó con una llamada ante la que intervino la Policía Local, poco antes de las seis de la tarde, uniéndose después la Guardia Civil. El testigo contó que se había encontrado el cuerpo sin vida en la rampa y con manchas de sangre.

Se vio salir del garaje un Ford Explorer blanco usado, vehículo robado con que el asesino -o asesinos- huyó pasando por encima del cuerpo. La escena ha podido quedar grabada en videocámaras del recinto. El vehículo apareció quemado en la cercana localidad de El Campello.

El examen forense del cadáver aprecia seis impactos de bala. Cinco de ellos penetran en el tórax. En este punto la información difiere según las fuentes: unas relatan que se le disparó de frente, y otras que por la espalda. Hubo en cualquier caso un ademán de protegerse y de huir, que le llevó a recibir un tiro en el brazo izquierdo.

Ocho tiros

Aparentemente, nadie en la urbanización de la avenida Rosa de los Vientos oyó los disparos. La Guardia Civil halló ocho vainas de proyectiles, algunos de ellos incrustados en las paredes del garaje.

Miembros de la colonia ucraniana local han sostenido a los investigadores que la víctima no era conocida. Solo uno de ellos, V., colaboró en el reconocimiento, pero no como el piloto Maxim Kuzminov, sino como el refugiado Ihor Shevchenko.

De momento, Interior no se pronuncia sobre la identidad del muerto, a la espera de pruebas biométricas solicitadas vía interpol a Rusia y Ucrania que la Guardia Civil pueda incorporar a una investigación judicial declarada secreta.

El crimen de La Vila Joiosa sugiere a fuentes de la Seguridad del Estado la posible existencia de una brecha de seguridad... amplificada en sus efectos porque medios rusos le han dado amplia difusión, de forma metódica, desde hace tres días.

Las fuentes consultadas, no obstante, no descartan la posibilidad de que el asesinato de Maxim Kuzminov haya sido obra de criminales comunes o miembros del crimen organizado, y no una historia de espías.

Es probable que la instrucción judicial no llegue a aclarar el extremo, clave en este caso, de si el desertor ruso estaba en España con conocimiento de dirigentes diplomáticos y de organismos dependientes de Defensa, en cuyo caso la brecha de seguridad quedaría confirmada.

De haber tenido Maxim Kuzminov cobertura oficial, no sería la primera vez que un extranjero acogido en España es localizado por quien no querría. En abril de 2021, el Gobierno trajo discretamente al líder del Frente Polisario Brahim Gali para tratarse de un contagio de Covid en un hospital de Logroño, pero las medidas de seguridad no impidieron que su entrada en España fuera conocida por el espionaje marroquí. 

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