Elecciones EEUU 2024

Obama vuelve a prestar sus servicios a Biden para intentar derrotar a Trump

Junto a Bill Clinton participa este jueves en Nueva York en un acto de recaudación de fondos para la campaña de reelección del demócrata

El expresidente está profundamente preocupado por la fortaleza de Trump y se mantiene en frecuente contacto con la Casa Blanca

Barack Obama, durante su discurso de despedida en Chicago.

Barack Obama, durante su discurso de despedida en Chicago. / PABLO MARTÍNEZ MONSIVAIS

Idoya Noain

La de Barack Obama y Joe Biden ha sido, políticamente, una relación compleja. Lo fue en los días que compartieron en la Casa Blanca y lo fue, especialmente, después de que el primer presidente negro desanimara a su vicepresidente a buscar la nominación de 2016, apostando en cambio por Hillary Clinton, que acabó siendo derrotada por Donald Trump, a quien Biden sí consiguió ganar en 2020.

Hoy, a poco más de siete meses de las elecciones presidenciales, con la reedición del duelo de hace cuatro años en un horizonte cada vez más cercano y con Obama y el actual mandatario en sintonía sobre el riesgo que presenta Trump, cualquier muestra de desconfianza o de resentimiento e incluso de rivalidad, y las ha habido, ha quedado enterrada.

Acto con estrellas en Nueva York

Este jueves Obama va a participar junto a Biden y también junto a Bill Clinton en un acto de recaudación de fondos en el Radio City Music Hall de Nueva York. Quienes paguen a partir de 225 dólares podrán ver a los tres en un coloquio con el cómico y presentador Stephen Colbert, o las actuaciones de Lizzo, Cynthia Erivo, Queen Latifah o Ben Platt.

Si se estiran hasta los 100.000 dólares podrán llevarse una foto con los tres últimos ocupantes demócratas del Despacho Oval tomada por Annie Leibovitz. Y si se dejan entre un cuarto de millón y medio millón de dólares se contarán entre quienes tienen un encuentro reducido con el trío presidencial.

El acto es un recordatorio del poder para atraer donaciones de Obama y de Clinton y contribuirá a reforzar la importante ventaja económica que tiene la campaña de Biden sobre la de Trump, que además de ingresar menos está destinando parte de lo recaudado a costear las minutas sus abogados.

En Manhattan, además, se exhibirá una muestra pública de unidad que sirve como ejercicio de contraste. Trump no tiene el apoyo del único de sus predecesores republicanos que queda vivo, George W. Bush. Y aunque no le importará a sus bases más leales, tampoco tendrá el de quien fue su vicepresidente, Mike Pence, ni el de muchos de los que miembros de su gabinete y altos cargos en su Administración.

Obama, involucrado

El acto del jueves no es el primero en que Obama participa para respaldar a Biden desde que este lanzó su campaña para buscar la reelección. Ya en diciembre organizó otro (que recaudó tres millones de dólares) y recientemente aparecieron juntos en un vídeo celebrando la reforma sanitaria de 2010. Lo que sí representa es otro paso más que exhibe la determinación de Obama de contribuir en lo que pueda a frenar a Trump, al que ve como un candidato de una fortaleza formidable, una que teme que minimizan algunos demócratas, y cuya potencial victoria, según han dicho sus asesores, ve con grave preocupación.

Desde el año pasado se han publicado informaciones que apuntaban a ciertos miedos de Obama con la forma en que Biden estaba llevando esa campaña de reelección, que personalmente se comprometió a respaldar y ayudar en todo lo que pudiera ya el verano pasado. En enero ‘The Washignton Post’ reveló que en uno de sus encuentros habituales con Biden en la Casa Blanca le había expresado personalmente su preocupación sobre la estructura de esa campaña.

Concretamente, Obama urgió a que algunos de los asesores más cercanos al presidente en la Casa Blanca se trasladaran a la sede central de la campaña en Wilmington para que se acelerara la toma de decisiones. Ese es el modelo que él siguió para 2012 con David Axelrod y Jim Messina. Y Obama no dio nombres, pero pronto Jen O’Malley Dillon y Mike Donilon, dos de los principales colaboradores de Biden en el Ala Oeste, se sumaron a la gestión de la campaña que dirige Julie Chavez Rodríguez.

Llamadas regulares

Obama, según ha publicado esta semana ‘The New York Times’, ha sumado además a las llamadas que hace regularmente a Biden otras directas para discutir estrategia o dar consejo al jefe de gabinete del presidente, Jeffrey Zients, que también trabajó en su administración, y a otros de los estrechos asesores del actual mandatario.

Obama, que en 2020 no dio públicamente su respaldo a Biden hasta que habían acabado las primarias aunque en primero colaboró a despejar el camino para su nominación, tiene una estrategia para su propia aportación que se moverá en paralelo a la de hace cuatro años.

Va a seguir con el foco puesto en los próximos meses sobre todo en la recaudación de fondos y en ayudar a motivar a jóvenes, especialmente los negros y latinos, cuyo respaldo a Biden está decayendo. Y más allá de apariciones específicas como la de este jueves, se reserva sobre todo para el otoño, cuando empiece el voto anticipado y sus apariciones pueden tener más impacto y efecto.

“Ponemos gran énfasis en encontrar formas creativas de alcanzar a nuevas audiencias, especialmente herramientas que se pueden unir directamente a movilización de votantes o a activar voluntarios”, decía en verano Eric Schultz, uno de sus asesores. “Somos deliberados en elegir nuestro momento porque nuestro objetivo es marcar una diferencia”.