El colectivo ecologista Gelibre ha denunciado que desde enero de 2009 se han producido 47 explosiones en la cantera de l'Atzaïlla de Pego que han hecho temblar las casas de l'Atzúvia. La cantera está a menos de 500 metros de este municipio. La última explosión tuvo lugar el pasado viernes (en la imagen se ve la polvareda que levantó). Gelibre ha denunciado que fue "fortísima" dado que la empresa de la cantera ha aumentado su capacidad extractiva en más de un 500%. Incluso se notó "significativamente", según esta asociación ecologista, en el instituto de Pego, que está a más de dos kilómetros de l'Atzaïlla. Gelibre lamenta la "irresponsabilidad" del Ayuntamiento de Pego y de las conselleries de Industria y Medio Ambiente al permitir esta actividad. Además, insta al alcalde de Pego, Carmelo Ortolá, a que intente "imaginar los efectos que estas auténticas bombas tienen sobre l'Atzúvia y sus ciudadanos". "Debería explicar por qué su equipo de gobierno tolera una actividad que no ha sido objeto de evaluación de impacto ambiental ni dispone de licencia ambiental", advierte Gelibre.