El documento que el empresario Ángel Fenoll aportó al Ayuntamiento el viernes y que, como informó ayer este periódico, eximía a la mercantil Colsur de solicitar licencia de actividad para el vertedero de la Serra d'Oltà, aborta los planes del gobierno local para decretar el cierre inmediato del recinto. Sin embargo, el consistorio tiene un plan B para poder ordenar el cierre en breve. El concejal de Hacienda, Paco Cabrera, recordó ayer que en su día el ayuntamiento inició dos vías para llegar hasta la clausura del basurero, y una de ellas sigue abierta. Se trata de los 10 días otorgados a la mercantil para que presentara en el ayuntamiento toda la documentación requerida relativa a la planta y que acredite el cumplimiento de todos los extremos del pliego de condiciones de la adjudicación. Una vez concluya el ultimátum, si Colsur, como sospechan en el ejecutivo municipal, no ha aportado la documentación, el pleno podría decretar el cierre.

Por otra parte, la gerente de la Empresa Pública Municipal de Calp, Inma Morató, cesará en su cargo tras el acuerdo que alcanzó ayer con el gobierno local. Se pone así fin a la rocambolesca situación que atravesaba esta trabajadora como responsable de la empresa que se creó en 2006 para hacer viviendas protegidas y que ahora se disolverá sin construir ninguna. El acuerdo ha sido posible gracias a que la gerente condona al ayuntamiento la deuda que tenía con ella, ya que llevaba sin cobrar desde enero. Además, renuncia al finiquito y a hacer efectiva la cláusula de su contrato por la que, en caso de despido, tenía derecho, al cobro del salario durante un año. La gerente explicó que perdonando esos pagos quedarían "compensadas" las cantidades que cobró de más durante sus primeros años en la empresa pública, bajo la alcaldía de Javier Morató, en forma de incentivos.