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Pedreguer

La Cova del Comte tuvo presencia humana hace más de 17.000 años

El hallazgo de diferentes utensilios y restos fósiles datan su primera ocupación en el paleolítico

El Polo Norte estaba en París. La barrera de los hielos perpetuos descendía y el hombre del paleolítico superior descendía con ella hacia el sur, en busca de un clima más propicio.

En el contexto de los movimientos migratorios causados por la glaciación se explica que las comarcas centrales valencianas (Marina Alta, Marina Baixa y La Safor) sean particularmente ricas en vestigios de asentamientos del paleolítico. En toda España se contabilizan entre 20 y 25 puntos con muestras de grabados de esta época y si exceptuamos la cornisa cantábrica, es el litoral valenciano uno de los focos más importantes.

Lo que ha servido para determinar exactamente la fecha de esa primera ocupación humana de la Cova del Comte de Pedreguer ha sido la aparición de un pequeño molusco marino cuyo hábitat era el océano Atlántico y que solo accedió al Mediterráneo en esa glaciación de hace entre 17.000 y 19.000 años. También ha ayudado en la datación definitiva el hallazgo de un colgante hecho con el hueso de un herbívoro: a falta de que las pruebas digan si el agujero que presenta fue obra de un depredador o de la industria del hombre prehistórico, sí que se sabe que fue utilizado como colgante. El resultado de cruzar todos estos datos, junto con las características que las pinturas y grabados que se conservan en las paredes es lo que ha permitido arrojar estas fechas.

Todavía hay estratos más antiguos en los que se encuentran restos de animales: ciervos, caballos o cabras. Pero no hay rastro humano. Seguramente el primer inquilino de la Cova del Comte fue un gran depredador (puede que un oso o una pantera) que la utilizaba como refugio y comedero. En este caso concreto la antigüedad de los restos ronda los 30.000 años. De todos modos, los investigadores todavía no han llegado al suelo rocoso de la cueva y no descartan que pueda haber evidencias de paso humano anteriores a esos 30.000 años.

El futuro de la cueva

Esta es la segunda excavación que se realiza en la cueva. Para ello han contado con un presupuesto de 9.125 euros de los cuales el Ayuntamiento de Pedreguer ha costeado la mayor parte. El resto se reparten entre donaciones de empresas locales y de particulares a través de una campaña de micromecenazgo. También ha colaborado la fundación CIRNE y un grupo de estudiantes de la Universitat de Valencia que ofrecieron apoyo en los trabajos sobre el propio terreno. El equipo arqueológico lo formaron J. Casabó, J. Boronat, J. Bolufer, M. A. Esquerde y P. Costa.

Está previsto que los trabajos se retomen próximamente ya que aún queda parte de la cueva por explorar. De momento la entrada a la misma permanece cerrada ya que el tránsito humano podría acelerar un deterioro, sobre todo en las pinturas y los grabados, que en algunos puntos ya es muy acusado.

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