El alcalde de Calp y presidente de la Diputación de Alicante, César Sánchez, del PP, ha puesto patas arriba el Ayuntamiento con su política laboral. Un centenar de policías locales y funcionarios realizaron ayer una atronadora pitada en la plaza Colón, en pleno paseo marítimo. Pidieron la dimisión del concejal de Personal, el popular Manuel Cabrera. Están que trinan con la Valoración de Puestos de Trabajo (VPT). El colectivo de la policía es el que sale peor parado. La VPT elaborada por el PP ha recibido un aluvión de alegaciones (nada menos que 600). Los policías no se creen que el gobierno local vaya a retirarla. Creen que ha anunciado que la congela para ganar tiempo y calmar los ánimos de los policías y los trabajadores municipales ahora que vienen las fiestas y al menos hasta septiembre, que llega a Calp la Vuelta Ciclista a España.