Françoise y Jean Maurice se enamoraron hace más de 30 años de Jesús Pobre, un pueblecito (es en realidad una entidad local menor de Dénia) de la falda del Montgó que ha sabido conservar su esencia rural. Este matrimonio francés, ya fallecido, decidió que sus terrenos de la partida de la Alquería de Ferrando los heredaran los vecinos de Jesús Pobre. Su última voluntad se ha hecho realidad ahora.

Françoise, al quedarse viuda (ella falleció hace aproximadamente un año), preparó el testamento que también recogía la última voluntad de su esposo. Dejaban en herencia a Jesús Pobre 20.000 metros cuadrados de un frondoso bosque de pinos. El pleno de Dénia aceptó anoche este generoso legado.

Eso sí, la donación incluye un requisito de obligado cumplimiento. Los terrenos nunca se podrán vender. Deben mantener por siempre el uso público. Los auténticos legatarios son los vecinos y vecinas de Jesús Pobre.

En vida, el matrimonio ya trasladó a la junta vecinal de esta entidad local menor su intención de legarle este precioso bosque (además de pinos, hay algarrobos y arbustos de gran valor botánico). Los cónyuges estaban muy preocupados por la presión urbanística que veían en derredor. Rechazaron numerosas ofertas de constructoras. Y ya avanzaron que el testamento incluiría la condición de que el pinar se protegiera como zona forestal y espacio verde de titularidad municipal.

Ese deseo ya comenzó a cristalizar cuando hace un lustro se incluyó este bosque en la ruta de senderismo del conocido como Pinar de los Franceses, que linda con el club de golf de la Sella.

Jesús Pobre puso en conocimiento del Ayuntamiento de Dénia la última voluntad de Jean Maurice y Françoise. El consistorio dianense inició las gestiones para aceptar el legado e inscribir los terrenos en el inventario municipal. El acuerdo de pleno de anoche culminaba ese proceso. También se dio forma al convenio para transferir la propiedad a la entidad local menor. Era otra de las condiciones del testamento.

Jesús Pobre ha agradecido públicamente el legado realizado por este matrimonio. La entidad local menor destacó ayer en un comunicado «el compromiso y la estima» de estos dos residentes por el pueblo en el que vivieron durante más de tres décadas. Reconoció también que este matrimonio se involucró en «la defensa de las tradiciones locales» y en salvar la integridad del territorio. La entidad local menor considera que el mejor homenaje a estos vecinos enamorados de Jesús Pobre es promover el disfrute público del Pinar de los Franceses y recordar siempre su enorme generosidad.