«Queremos recordar aquel hecho ocurrido hace 25 años y pedir que se siga investigando. Fue un atentado gravísimo contra el patrimonio». Vicent Morera, presidente de la Unió Cultural d´Amics de la Vall de la Gallinera, asegura que en este municipio no se resignan a dar por perdidas las dos placas que unos saqueadores expoliaron del abrigo de Benirrama (es uno de los núcleos de la Vall) a finales de abril o principios de mayo de 1993. Este ataque contra un valiosísimo conjunto de arte rupestre desató entonces un enorme revuelo mediático. Los ladrones cortaron con una sierra radial dos cuadrados con representaciones esquemáticas de cazadores neolíticos. Las pinturas estaban datadas en el quinto milenio antes de nuestra era. Los autores del expolio subieron hasta el abrigo con un grupo electrógeno. Los técnicos de la conselleria de Cultura y la Guardia Civil coincidieron entonces en que fue un robo por encargo y que las dos placas sustraídas acabarían vendiéndose en el mercado negro del arte.

Pero ya no se supo más. Las pinturas se esfumaron. Y el expolio nunca se ha resuelto. Ahora la Unió Cultural d´Amics de la Vall de la Gallinera quiere hacer memoria de ese atentado cultural y, en lo posible, mantener, tras 25 años, viva la investigación. De ahí que haya organizado para los próximos 10 y 11 de noviembre unas jornadas sobre prehistoria y arte rupestre en las montañas de Diània (territorio que coincide con las Comarques Centrals Valencianes).

Morera hace hincapié en que la conferencia inaugural la ofrecerá el catedrático de Prehistoria de la Universitat d´Alacant Mauro Hernández, uno de los grandes expertos en el arte rupestre de las montañas de la Marina Alta, la Marina Baixa y el Comtat. Mauro Hernández fue, además, quien denunció en mayo de 1993 en el juzgado de Dénia y ante la Guardia Civil el expolio en el abrigo de Benirrama. «Es quien mejor nos puede explicar las pesquisas que se realizaron», advierte Morera.