El auditorio de Teulada-Moraira ha obrado el milagro de que la alta cultura esté el alcance de la mano (y del bolsillo) de los vecinos de la Marina Alta. En su programación de Navidad, ya es habitual la actuación del ballet de Moscú. La compañía moscovita deslumbró esta vez con la puesta en escena de «La bella durmiente». La música de Chaikovski conmueve. La obra la dirigió Timur Fayziev y contó con dos grandes solistas de talla internacional, Cristina Terentiev y Aleksandr Petrichenko. El público se rindió ante una representación que está considerada la cima del ballet clásico del siglo XIX.