Las redes de acero ya no soportan el peso de las piedras y se rompen. Ha ocurrido ahora en la playa de la Granadella de Xàbia. Estas mallas, colocadas para evitar desprendimientos, estaban panzudas. Las piedras se desgajan del acantilado. Las redes han aguantado hasta ahora. Pero ya es mucho peso. Han terminado hechas jirones. Estas se hallan en la parte sur de la Granadella, en el cortado que está junto a una senda que lleva a una pequeña calita. Este problema, sin embargo, es endémico en toda la costa de acantilados de Xàbia. Las redes de la cala del Tangó también se rompieron hace ya años. Mientras, las barreras de cables de acero de Ambolo (cala que está clausurada por los desprendimientos) también ceden.

Los excursionistas que han acudido estos días a la Granadella (hay numerosas rutas de senderismo) también han detectado que en la senda que baja hasta la cala se han formado «enormes socavones». Esta senda recorre el bosque que está junto a la carretera y que se salvó del incendio de hace tres años. La fuerte escorrentía causada por las últimas precipitaciones torrenciales ha abierto estos agujeros.

Los senderistas que han contactado con este diario han advertido del peligro de estos desniveles. Esta senda es muy asequible (no tiene pendientes fuertes, discurre por un agradable bosque y pasa junto a forns de calç). Ahora hay una trampa inesperada. En estos socavones es fácil dar un mal paso.