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El castillo de Dénia recupera el Verger Alt, el antiguo jardín de Felipe III

Los visitantes descubrirán un espacio de la fortaleza, el que mira al mar, hasta ahora cerrado

El castillo de Dénia recupera el Verger Alt, el antiguo jardín de Felipe III.

La frondosa pinada ocultaba la exuberancia de la historia. El castillo de Dénia ha rescatado el Verger Alt, un espacio que se asoma al mar y que hasta ahora permanecía cerrado al público (el acceso era peligroso) y saturado de pinos que habían crecido en las últimas décadas. Ahora, por fin, se puede visitar. Más que eso.

El Verger Alt descubre una vertiente histórica bastante desconocida. El castillo, en tiempos del rey Felipe III y de su valido, el duque de Lerma, vivió su esplendor renacentista. El monarca y su esposa, Margarita de Austria, visitaron tres veces Dénia. El cuarto viaje se frustró al morir el rey en 1621.

Felipe III, el Piadoso, también debía tener afición a las flores. Había encargado que la ladera que mira al mar, donde en el siglo X, en época califal, se levantó la primera alcazaba y que luego alojaría, intramuros, casas andalusíes, se transformara en un aromático jardín. El rey no llegó a pasear por ese magnífico vergel.

El arqueólogo de Dénia, Josep A. Gisbert, explicó ayer que en el jardín real se plantaron murta del Montgó, cidros de Mallorca, albahacas, rosas y naranjos. Emanaba una sublime fragancia.

Los arquitectos Julián Esteban Chapapría y Elisa Moliner han dirigido los trabajos para hacer visitable el Verger Alt. Los ha llevado a cabo la empresa Arpa Patrimonio. Se accede desde la explanada del Palau del Governador. Se ha reconstruido la antigua puerta. Estaban las jambas de piedra. Ahora se ha rematado con un arco escarzano de ladrillos de arcilla. El ladrillo forma parte del lenguaje arquitectónico del castillo. Los trabajos han recuperado la «calle» que lleva hasta la torre del Mig. Desde aquí se vuelve a subir a la explanada por el adarve, donde se ha colocado una barandilla para que los visitantes caminen seguros.

El nuevo espacio visitable suma 2.000 metros cuadrados. Al despojarlo de pinos, el baluarte renacentista se vislumbra desde la fachada marítima. Se ha rescatado la perspectiva histórica de la fortaleza. Las fotos antiguas demuestran que la eclosión de pinos se ha producido en las últimas décadas.

Gisbert avanzó que en el Verger Alt se volverán a plantar esas especies botánicas de agradable aroma del jardín de Felipe III. Con el tiempo, también se hará visitable el Verger de Baix y se abrirá el Portal del Galliner. Se podrá entrar al castillo desde el barrio marinero de Baix la Mar.

Estos trabajos han subido a 500.000 euros, de los que la Generalitat ha aportado la mitad a través de los fondos Feder. El ayuntamiento ha puesto la otra mitad.

El director general de Administración Local, Antoni Such, que ayer visitó el castillo, anunció que el próximo año se abre una nueva convocatoria de fondos Feder. El alcalde, Vicent Grimalt, miró de reojo al arqueólogo. En esta fortaleza de exuberante historia todavía hay espacios por recuperar.

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