El gobierno de Calp, de PP y Ciudadanos, dio este lunes el primer paso para volver, tras 13 años, al doble topónimo oficial de «Calp/Calpe». La propuesta la llevó a pleno Ciudadanos. Incluía, como advirtió el portavoz del PSPV, Santos Pastor, algún error de bulto. El más flagrante, el de asegurar que este municipio es castellanohablante. Además, en 2008, la Acadèmia Valenciana de la Llengua e historiadores y filólogos como Emili Casanova, Joan Ivars, Jaume Pastor i Fluixà o Joan Ivars avalaron que el único nombre oficial fuera Calp. Entonces, el PP, que llevó a la alcaldía a Joaquim Tur, del Bloc, apoyó en pleno que solo hubiera un topónimo institucional. «Calpe» ha sobrevivido, eso sí, sin problemas. El Ayuntamiento lo ha seguido utilizando como marca turística.

Este lunes el PP reivindicó su derecho a desmarcarse de lo que votó el grupo popular hace 13 años. Su actual portavoz, Paco Avargues, dijo que ya no queda nadie de entonces en su grupo municipal. La alcaldesa, Ana Sala, fue más contundente. Afirmó que suprimir el doble topónimo fue un «capricho» de Joaquim Tur y una decisión «casi dictatorial».

La oposición (Compromís, Defendamos Calpe y el PSPV) coincidió en que «con la que está cayendo» con la pandemia y la crisis, desempolvar ahora esta polémica era «inoportuno».

El concejal de Compromís Carlos Ortín desveló que el investigador al que citaba en su informe Ciudadanos había presentado una instancia en el Ayuntamiento exigiendo que no se le utilizara para avivar esta polémica. Mientras, el socialista Santos Pastor lamentó que el gobierno local no hubiera pedido un dictamen al Institut d’Estudis Calpins.

La oposición insistió en que la marca «Calpe» goza de buena salud y que todo el mundo utiliza a su gusto este nombre o el topónimo oficial y no hay ni atisbo de polémica.