La miel ecológica que nace del Montgó

La montaña del Montgó de Xàbia es uno de los paisajes más atractivos de la zona y conocido por todos. Además es el escenario donde se lleva a cabo la apicultura y la miel Montgó. Allí habitan miles de abejas que tienen sus colmenas. Eduardo Gómez, apicultor y dueño de Miel Montgó, comenzó a cargo de 6 colmenas tras acabar la cuarentena provocada por la covid-19, y en la actualidad ya tiene 20 colmenas. Desde entonces, cada año aumenta 4 colmenas para "devolverle a la tierra alguna cosa positiva, ayudar con la biodiversidad y fomentar la polinización de esta especie endémica".

Eligió el Montó porque es el escenario con más biodiversidad en Europa y con variedad de plantas autóctonas, con más de mil flores que dejan rastro en la miel, además de encontrarse rodeado por casi todo el Mediterráneo. Alí, cuida a las abejas, una especie endémica, y la "más importante de la tierra, ni las personas ni las plantas" por la labor que tiene en la cadena trófica: poliniza tres cuartas partes de los cultivos que ingerimos cada día. Por este motivo, decide hacer todos los tratamientos artesanales, ecológicos y sin sobreexplotarlas.

Asimismo, apuesta por el 'apiturismo', una de las formas más sostenibles de viajar. El entorno acomapaña: hay flora autóctona, diversas especies, 3 kilómetros que recorren las abejas en el perímetro del colmenar, los huertos de lo que era el monasterio de Nuestra Señora de los Ángeles, donde antiguamente se fundó la orden de San Gerónimo, y bancales, proclamados Patrimonio de la Humanidad. Otra de las iniciativas en las que están trabajando es "'ser un apicultor por una mañana", visitas organizadas por dentro de las colmenas con información e historia para acercarse a las abejas. También han creado un proyecto para apadrinar colmenas: pagas y obtienes una serie de beneficios.

"Consideramos que la educación es un valor muy importante para nosotros y tenemos que enseñar a la sociedad y al público general la importancia de las abejas por lo que hacen por la tierra", añadió Gómez. Por el entusiasmo, esfuerzo y trabajo que le dedican hace 3 meses recibieron por parte de la Comunitat Valenciana el sello de Calidad de la marca Parques Naturales, que certifica que son un modelo de mantenimiento y desarrollo. Además, esta marca avala que estan haciendo un uso sostenible de los recursos naturales y buscan modelos innovadores del ecodesarrollo y un modelo sostenible, que es el atributo de calidad de la marca.

No es oro todo lo que reluce

El trabajo de apicultor no es fácil. Menos si cabe si tratas la especie de manera sostenible. Apenas hay subvenciones de las comunidades, algunos apicultores explotan a las abejas, existen multitud de enfermedades que afectan a la especie, y de tantos tipos que coexisten, algunos son invasoras. Por no hablar de la polución, la contaminación y el cambio climático. "El año pasado por ejemplo fue un mal año, tuvimos pérdidas de cerca del 50% de las colmenas cada apicultor", explica. "Eso en ganadería es muchísimo porque lo habitual son pérdidas del 4% o 5%", añade y aclara que aún así compensa.