Hace un año Filomena demostró que se puede esquiar en la Gran Vía madrileña, bajar las escaleras del Metro haciendo ‘snow’ o montar en trineo en El Retiro, porque la naturaleza es capaz de paralizar una gran ciudad dejando a su paso imágenes tan difíciles de olvidar como de que se repitan en lo que queda de siglo.

“La nevada que sufrió Madrid los días 8 y 9 de enero de 2021 es muy probable que sea la peor en más de cien años por intensidad en 24 horas y por el espesor acumulado”, aseguran desde la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), que se remonta a 1904 para encontrar en el centro de España una situación extrema de frío y nieve semejante a la del año pasado.

Filomena fue la sexta borrasca de la temporada 2020-2021 y la bautizó así el Servicio Meteorológico español el martes 5 de enero de 2021 debido a los avisos emitidos para los siguientes días, que anunciaban la llegada a la Península desde Canarias de un temporal de viento y lluvia que se desplazaría hasta el nordeste, dejando a su paso copiosas nevadas en amplias zonas del interior.

“Aquella borrasca fue un episodio absolutamente excepcional en España, tanto por la extensión y espesor de la histórica nevada como por la ola de frío posterior, bastante destacable en cuanto a amplitud, duración y registros alcanzados”, han señalado a EFEverde desde la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).

Temporal de nieve en enero en Madrid Europa Press

Aunque Filomena se dejó sentir en toda España y los primeros días de enero dejó copiosas lluvias en Andalucía, especialmente en Málaga, la peor parte se la llevaron Castilla y León, Castilla-La Mancha, y en general el centro de la Península, especialmente el sureste de la Comunidad de Madrid y su área metropolitana.

Hasta 60 centímetros de nieve cayeron en Madrid

En la ciudad de Madrid llegaron a caer hasta 40 centímetros de nieve en zonas como Cuatro Vientos o el parque de El Retiro y hasta 60 centímetros en el sureste de la Comunidad, que redujeron la movilidad al mínimo y obligaron a activar los servicios de Emergencia, Protección Civil y hasta la UME para hacer frente a una situación sin precedentes en lo que va de siglo.

El Ayuntamiento de la capital se vio obligado a cerrar parques y jardines por el peligro que representaban para los viandantes los cerca de 441.000 árboles que no sobrevivieron al envite de Filomena y alrededor del 5 % de ellos acabaron cayendo por el peso de la nieve y el hielo o fueron talados porque no podían salvarse.

Incluso el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, llegó a pedir a los ciudadanos que no salieran de casa, pero algunos hicieron caso omiso y aquellos tres días de enero dejaron estampas tan inéditas y peculiares como la de los madrileños que se desplazaban esquiando por las calles mas céntricas o en improvisados trineos arrastrados por perros poco o nada habituados a esas tareas.

Tras cesar las precipitaciones de nieve y despejarse el cielo, el domingo 10 de enero se inició una “extraordinaria” ola de frío meteorológica que duró hasta el día 17 dejando mínimas hasta de -26.5 grados en Torremocha del Jiloca o de -25.4 en Bello, ambas en la provincia de Teruel, o de -25.2 grados en Molina de Aragón (Guadalajara).

Imagen de la nevada tiempo.com

La nieve y el frío intensos provocaron cuatro muertos (una pareja en Málaga, un hombre en Madrid y otro en Zaragoza), paralizaron la economía, dejaron cientos de personas bloqueadas en carreteras, obligaron a suspender las clases y la circulación de trenes en muchos lugares de España y llevaron al Consejo de Ministros a declarar zona catastrófica en ocho comunidades autónomas (Andalucía, Madrid, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Asturias, Aragón, La Rioja y Navarra).

Ayudas para resarcir los daños

El Gobierno aprobó unas ayudas de 509 millones de euros para ayudar a resarcir los daños provocados por la borrasca en las zonas afectadas, el 60% de los cuales irían a parar a la Comunidad de Madrid por ser la más perjudicada junto con Castilla-La Mancha.

La Agrupación de Entidades Aseguradoras de Seguros Agrarios Combinados (Agroseguro) calculó en unos 80 millones las indemnizaciones por los daños provocados en la agricultura y la ganadería, especialmente graves en Madrid, Castilla-La Mancha o Aragón, cuyos gobiernos aprobaron ayudas económicas especiales al margen de las recogidas en el Real Decreto de medidas urgentes aprobado por el Estado.

¿Y qué provocó esta borrasca tan inusual como inesperada? Cayetano Torres, meteorólogo del Estado, explica a EFEverde que el origen estuvo en el “choque” de dos masas de aire, una muy fría y seca del nordeste en niveles bajos y otra relativamente cálida y húmeda en niveles medios procedente del norte de África, “similar al impacto de dos trenes en el centro de España” que desencadenó una potente nevada y la posterior ola de frío polar.

Este experto no vincula tanto Filomena con el cambio climático como otros fenómenos meteorológicos extremos relacionados con altas temperaturas, entre ellos las olas de calor, las tormentas tropicales o las lluvias intensas.

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Según Torres, las posibilidades de otra Filomena en los lugares que padecieron la borrasca hace un año se sitúan en aproximadamente un 1 % en 100 años, o en el 0,04% cuando la probabilidad es de que se repita dos años seguidos.

Y añade: “Los sofisticados sistemas de predicción de la Aemet, apoyados en la ciencia y no en cálculos de videntes ni de visionarios, no reflejan ni de lejos un episodio como Filomena; al contrario, nos espera un tiempo muy agradable los próximos días de enero”.