La cremación de cadáveres como alternativa al entierro tradicional gana cada vez más adeptos, por su comodidad, menor precio y mayor sencillez. Sin embargo, presenta el inconveniente de que, como toda incineración, emite sustancias nocivas a la atmósfera. Un nuevo sistema, que aún espera ser autorizado en España, se va abriendo paso en muchos países: la hidrólisis alcalina, basada en el agua y que evita los problemas ecológicos de la cremación.

El arzobispo Desmond Tutu, héroe de la lucha contra el apartheid y Premio Nobel de la Paz, fallecido el pasado 26 de diciembre, pidió que su cuerpo fuese sometido a hidrólisis.  Era "a lo que aspiraba, como activista del ecologismo que era", explicó su amigo y colega el reverendo Michael Weeder.

Y es que este procedimiento es presentado por sus promotores como una alternativa "más ecológica" a la cremación.  Se trata de una técnica que reduce los cuerpos a cenizas, como sucedería con una cremación, pero sin necesidad de combustión.

Aumenta la incineración frente a la inhumación

De un tiempo a esta parte la incineración está ganando terreno a la inhumación y ello obedece a varias razones.

Para empezar, la incineración es mucho más cómoda que el entierro en el cementerio. Es mucho mejor llevarnos a nuestro ser querido en una pequeña urna que trasladarlo hasta su última morada en un ataúd.

Un operario de Resomation, empresa británica que realiza hidrólisis Resomation

Por otro lado, aunque podemos depositar los restos de nuestro ser querido en un columbario, suele ser bastante habitual que los restos finalmente reposen en un lugar que los familiares consideremos más apropiado o más querido por el difunto.

Hay otro factor que hay que tener en cuenta. En tiempos de crisis la cantidad de incineraciones ha aumentado de forma espectacular. Creemos que se debe al hecho de que la incineración es mucho más barata que la inhumación. Se reducen gastos por ejemplo por el hecho de que no es necesario un ataúd en este funeral.

¿Por qué elegir la hidrólisis?

La hidrólisis es un paso más en la evolución de los enterramientos. El fin de ambas técnicas es la descomposición del cuerpo para poder transportarlo en una urna allá donde queramos.

Pero la incineración tiene un inconveniente. Un cuerpo incinerado en un crematorio en la actualidad libera a la atmósfera algunos residuos. Entre ellos óxidos de carbono, dioxinas e incluso el mercurio proveniente de los empastes dentales.

La hidrólisis alcalina libera ocho veces menos dióxido de carbono, emplea una tercera parte de la energía necesaria en la cremación y, por tanto, es mucho menos contaminante, según explica el portal especializado artefloralfunerario.com.

Hay que añadir a todo lo anterior que no deja restos ni de líquido de embalsamar, ni de virus o cualquier otra bacteria o enfermedad que pudiera estar presente.

Cámara de hidrólisis welt.de

“La hidrólisis alcalina supone eliminar las emisiones contaminantes que se producen en la cremación tradicional, tal y como explicaba el fundador de Resomation (empresa británica líder en el sector), Sandy Sullivan, en declaraciones a InnovaFuneraria.

Aún no es legal en España

En una reciente visita a España, Sullivan aseguraba que la acogida de este sistema funerario no ha podido ser mejor: “El recibimiento ha sido increíble. Con todas las personas con las que hemos hablado están interesadas. La única barrera con la que nos encontramos es la actual legislación”.

Una legislación que en nuestro país aún no permite adoptar esta nueva técnica, que ya es legal desde hace once años en Estados Unidos, y recientemente han legalizado países como Reino Unido, Canadá u Holanda.

En el caso de Holanda, Sullivan explica el largo camino recorrido para lograr la autorización. “Han sido casi diez años, desde los primeros contactos con el Gobierno hasta su puesta en marcha. Sin embargo, confiamos que en lugares como España la adopción de nuevas leyes conlleve mayor rapidez, ya que partimos con la ventaja de que toda la información y los estudios necesarios están ya realizados”.