El anticiclón que suele permanecer sobre las Azores se ha quedado ‘atascado’ encima de Europa desde hace casi un mes, provocando un invierno anormalmente cálido para la mayor parte de los países del antiguo continente, incluida España. El responsable ha sido el fenómeno climático conocido como La Niña, que este año ha hecho acto de presencia, enfriando las aguas del Pacífico y alterando la dinámica atmosférica de todo el globo.      

“Cuando la temperatura de la superficie del mar en el Pacífico se enfría y alcanza valores por debajo de lo normal, tiene la capacidad de generar perturbaciones en la atmósfera”, reseña Belén Rodríguez, del Departamento de Física de la Tierra y Astrofísica de la Universidad Complutense de Madrid (UCM).

Cuando esto ocurre, es común que se forme una “onda” que puede llegar hasta lugares muy remotos y alterar las estructuras climáticas que encuentre en su camino. En este caso, su fuerza ha causado un aumento de la presión inusual en el anticiclón de las Azores, que lleva ya casi cuatro semanas encima de Europa.

La Niña y El Niño NOAA

“Esta influencia de La Niña en acentuar y desplazar hacia el Norte el anticiclón de las Azores es una teleconexión bastante aceptada por la comunidad científica”, destaca Rodríguez.

Fortalecido por La Niña

El patrón de bloqueo en Europa no es lo más común, pero tampoco lo más raro. "Hay años en los que el anticiclón permanece en el mismo lugar que ahora y provoca que llueva poco en el sur de Europa", insiste David Suárez, delegado provincial de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en Canarias.

Lo atípico de este evento atmosférico es que se está extendiendo más tiempo de lo normal al verse “fortalecido por La Niña”, como explica Rodríguez.

Las consecuencias se están viviendo de primera mano en toda España. Este mes de enero ha sido uno de los más soleados de los últimos 40 años debido a lo despejado que han estado sus cielos por esta razón. Pero no es lo único que trae consigo el anticiclón.

También genera sequías, niebla o incluso intrusiones de polvo sahariano más recurrentes ya que el viento procede del este y trae consigo la arena del Sahara. Ocurre lo contrario en el norte de Europa, concretamente en las Escandinavia y este de Europa, donde imperan las precipitaciones debido a la disminución de presión que se produce por el anticiclón de Azores.

Calima sobre Canarias NASA

Aunque es difícil atribuir este fenómeno concreto al cambio climático, los investigadores saben que “el calentamiento global generará que los periodos de bloqueo sean más largos y por ello las sequías se irán prolongando más". Básicamente, porque el calentamiento global, como explica la física de la UCM, generará que los futuros Niños y Niñas sean “más frecuentes y más intensos”.

Tiempo ‘loco’ en Canarias

Caso aparte es la situación que ha vivido el archipiélago canario en estos meses. Al no encontrarse influenciadas por los vientos del este del Anticiclón de las Azores, Canarias también ha sufrido unas semanas meteorológicamente ‘inusuales’. El archipiélago ha pasado de borrascas, nieve y lluvias torrenciales a grandes intrusiones de calima y subidas y bajadas abruptas de temperaturas.

El responsable de esta variabilidad es, de nuevo, el anticiclón que permanece inmóvil encima de Europa, provocando largas sequías a lo largo del viejo continente y que los vientos soplen del norte en Canarias, favoreciendo las intrusiones de calima.

En invierno -y también verano- es común que este sistema de altas presiones se encuentre entre Azores y Canarias permitiendo que sople el viento del este, es decir, que dominen los alisios y así el tiempo en las Islas sea más húmedo. Este año el anticiclón está demasiado al norte, por lo que los vientos del Este son más intensos y la presión más baja, con mayor inestabilidad.

El invierno está resultando muy cálido Pixabay

“Mientras el anticiclón provoca un tiempo estable en el centro de Europa, nosotros estamos influenciados por una mayor variación", remarca el delegado provincial de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en Canarias, David Suárez. También genera que el viento sople del norte, por lo que favorece las intrusiones de calima cuando no existe alguna otra estructura que impere, como una borrasca.

Sin embargo, que llegue una borrasca a las islas del Atlántico no es tan fácil. Esto tan solo sucede cuando se producen "descuelgues de borrascas de la corriente del chorro polar".

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Para este fin de semana, los modelos climáticos muestran que las Azores volverán a estar influenciadas por un sistema de altas presiones (anticiclón), mientras que el que actualmente afecta a Europa descenderá hasta el norte de África. Sin embargo, mientras para Canarias esto supondrá que vuelvan a soplar los alisios y una estabilización en su meteorología, Europa volverá a estar influenciada por un sistema de altas presiones a final de semana y hasta mediados de marzo. Es decir, que la situación actual en la Península se prolongará todavía bastante más.