Llega a España la cocina solar parabólica, sin fuego, enchufes ni baterías

El creciente divorcio entre el ser humano y la naturaleza hace que a veces olvidemos la utilidad que tienen recursos naturales, gratuitos y renovables, que tenemos ante nosotros a diario. El sol, por ejemplo, no sólo nos proporciona electricidad o agua caliente, sino que nos permite cocinar al aire libre. Sin necesidad de encender fuego ni de enchufar ningún artilugio. Y también sin baterías de ninguna clase. Son las cocinas solares parabólicas, un invento reciente que ya se puede comprar en España y que, a partir de 100 euros, permite preparar la comida estés donde estés.

El invento, pese a la ventaja que representa, no puede ser más sencillo en su configuración física: un sencillo espejo parabólico (plegable para guardarlo en una funda), un soporte para la olla o sartén, y unas patas para sostener el sistema en el suelo. Nada más.

Y el funcionamiento es igualmente básico. El calor que permitirá cocinar en la olla o sartén se obtiene de la concentración en un punto de los rayos solares gracias a la curvatura de la estructura parabólica. La temperatura que se alcanza en el lugar donde convergen los rayos es suficiente para preparar guisos, fritos, hervidos y cualquier otra clase de comida.

Es cierto que el tiempo que tarda esta cocina solar en calentarse lo suficiente para funcionar a pleno rendimiento es algo superior (pero no exageradamente) a una cocina convencional. En veinte minutos, un litro de agua se pone en ebullición, según varios usuarios. Pero otros afirman que ese mismo volumen hierve mucho antes.

Algunos de los modelos más populares (pues hay varias marcas que comercializan estas cocinas) están hechos con un espejo metálico, de aluminio anodizado puro, recubierto de dos nanocapas de ceramida que refuerzan la luz y limitan los arañazos.

Modelos de muy pequeño tamaño (85 centímetros abierto, como el de la marca Sunplicity) y solo 2,8 kilos de peso, tienen capacidad para preparar la comida de dos o tres personas, o más si se prolonga el tiempo de cocción.

En el caso de la marca Sunplictiy, su fabricante asegura que “en todo momento, el espejo del plato permanece frío, sólo se calienta el recipiente”. Además, “la distribución más uniforme del calor evita que los alimentos se peguen al fondo de la sartén”, y también se puede reducir considerablemente la cantidad de aceite o sal.

Disponible también en España

En España, este tipo de cocinas parabólicas solares puede comprarse a través de varias páginas web. Una de ellas es la de la empresa de Málaga Ensol, que comercializa modelo a partir de 110 euros, aunque existe una gama más amplia, en función de su tamaño y potencia. En su web puede verse un video en el que se prepara una paella solidaria utilizando cocinas de este tipo.

“Es realmente increíble el rendimiento que se le puede sacar al sol, y las calorías que genera en el punto focal. Es un elemento muy usado en países en desarrollo principalmente para hervir/potabilizar agua, y hacer la comida. Toda aquella persona que lo prueba y ve su funcionamiento, así como la velocidad con la que calienta y pone el agua a hervir 1 litro de (unos entre 5-8 minutos), se convence completamente de su eficacia”, afirma la empresa.

Ahora bien, hay que observar una serie de precauciones, pues aunque no haya fuego, la intensidad de la luz solar allí donde ésta hace foco es un peligro similar al del propio fuego.

“Es imprescindible el uso de unas gafas de sol (y no sólo para nuestro modelo, sino para todas las cocinas parabólicas del mercado) y situarse en la parte trasera para cocinar en ella”, afirma Ensol.

Es preciso leer atentamente las instrucciones de cada modelo, pues allí figura qué características han de tener los recipientes que se pongan a calentar y qué clase de fondo han de tener para evitar que sufran desperfectos.

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