Curiosidad natural

Las semillas más grandes del mundo: pesan más de 20 kilos y tienen forma de trasero humano

El coco de mar, originario de Seychelles, es una palmera gigantesca, que puede superar los 30 metros

Semilla de coco de mar.

Semilla de coco de mar. / palmetumtenerife.es

Ramón Díaz

Ramón Díaz

El coco de mar (Lodoicea maldivica) es una palmera extraordinaria. Por muchas cosas; en especial, porque produce la semilla más grande del mundo: puede llegar a pesar más de 20 kilos. También el árbol tiene proporciones gigantescas en el universo de las palmeras: puede superar los 30 metros de altura. Presenta hojas costapalmeadas de enorme tamaño y la forma de la semilla recuerda al trasero humano.

Más: tardan más de 40 años en alcanzar la madurez, sus frutos tardan 7 años en madurar, y después tardan 6 meses en desintegrarse y 2 años en germinar. Todo ello provoca que sea tremendamente difícil de encontrar ejemplares de esta especie fuera de su hábitat natural. Y que esté clasificada como en peligro en la ‘Lista Roja’ de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).

Un equipo científico internacional ha estudiado a fondo a esta especie y ha llegado a conclusiones sorprendentes. Entre otras, que, al contrario de lo que sostienen los conservacionistas, tal vez la endogamia no sea tan determinante para algunas especies amenazadas, en especial para las que se encuentran naturalmente en poblaciones pequeñas o aisladas.

La endogamia no es, desde luego, un problema para el coco de mar. Al contrario: se ha observado en esta especie lo que los expertos denominan ‘depresión exogámica’: el apareamiento entre individuos no relacionados conduce a una aptitud física reducida. Y ocurre justo al revés cuando se aparean árboles que son ‘parientes cercanos’.

Lodoicea maldivica en el jardin botanico de Kandy, en Sri Lanka.

Lodoicea maldivica en el jardin botanico de Kandy, en Sri Lanka. / Ji Elle

Esta especie fue descubierta en el año 1563, por el médico judío portugués García de Orta. Lo más curioso fue que el galeno halló semillas de coco de mar en las islas Maldivas, y por eso llamó al árbol ‘coco de las Maldivas’, pero que la especie es originaria de las Seychelles, situadas a más de 2.000 kilómetros de distancia.

Codiciado objeto de colección

¿Cómo es posible que aquellas semillas llegaran desde tan lejos a las Maldivas? Todo indica que, en su momento, algunos cocos caídos de los cocoteros de Seychelles, fueron a parar al mar. Y, después de muchos meses de ‘singlaldura’, llegaron flotando hasta las Maldivas, arrastrados por las corrientes del océano Índico. Ello fue posible porque esos cocos estaban en proceso de germinación, único momento en el que flotan en el agua.

Los comerciantes de Maldivas exportaron durante siglos esas nueces gigantescas a la India por su supuesto valor medicinal: existía la creencia de que curaba varias enfermedades, aunque la semilla no tiene propiedades farmacológicas conocidas, y de que era afrodisíaco.

En la actualidad la exportación de cocos de mar está controlada. En estado salvaje solo está presente en las islas de Praslin y Ciurieuse, en las Seychelles, donde solo viven 8.200 personas. La semilla es un codiciado objeto de colección y la mayor amenaza para la especié es la recolección furtiva para la demanda del mercado negro.

Semillas de Lodoicea maldivica

Semillas de Lodoicea maldivica / eldia.es / Karelj

La última sorpresa en torno al coco de mar ha llegado a través de la investigación de un grupo de científicos de Suiza, Reino Unido y Seychelles. Porque la endogamia, a diferencia de lo que ocurre con muchas especies en peligro de extinción en los reinos vegetal y animal, no parece estar entre sus mayores amenazas.

"Nuestros hallazgos, aunque inesperados, tal vez no deberían ser sorprendentes", apunta Chris Kettle, coautor del estudio. "Los resultados no sólo son importantes para la conservación de este árbol icónico, sino que también pueden resultar importantes para la conservación y restauración de árboles en peligro de extinción en otros lugares", añade.

Apareamiento a corta distancia

Los árboles hembra de coco de mar no tienen problema para encontrar muchas parejas (y en consecuencia diversidad genética) para elegir. Varios árboles padre las polinizan. Los investigadores descubrieron que la supervivencia de las crías de Lodoicea mejora cuando los árboles padres están más estrechamente relacionados.

Los hallazgos de estos investigadores sugieren que los cocos de mar hembra prefieren ‘parientes cercanos’ para engendrar a sus descendientes. El apareamiento a corta distancia entre individuos emparentados es la norma. Es más, la evidencia científica apunta que el coco de mar puede sufrir depresión exogámica, el opuesto menos común de la depresión endogámica, que tiene las mismas consecuencias nocivas para la descendencia.

"Este estudio destaca la importancia de comprender que la ecología reproductiva de las especies como dogma no debe aplicarse siempre", resalta Kettle, que junto a los demás autores juzga "fundamental" proteger los hábitats de los nodales de palmeras, así como al gecko endémico, un reptil que, según una investigación aún no publicada de la Fundación de las Islas Seychelles, es la especie polinizadora más importante.

Ejemplar de gecko endémico de Seychelles.

Ejemplar de gecko endémico de Seychelles. / cousineisland.com

La ausencia de depresión endogámica en los cocos de mar, según los autores del estudio, puede deberse a varios factores relacionados con la evolución de la especie en el aislamiento de la isla. Los investigadores detallan varios, incluidos eventos de polinización a larga distancia "muy raros" de árboles longevos que pueden ser suficientes para mantener la diversidad genética.

Aconsejan centrar los esfuerzos de polinización manual en exponer las semillas a una amplia gama de donantes de polen, incluidos los que están cerca de los árboles madre, mientras que los esfuerzos de plantación deben centrarse en colocar semillas fertilizadas cerca de las madres.

"En conclusión, sugerimos que los conservacionistas deberían adoptar una visión más matizada de la endogamia y su importancia para las poblaciones amenazadas. Si bien representa una grave amenaza para muchas especies de plantas, especialmente aquellas que anteriormente se encontraban en poblaciones grandes y no fragmentadas, puede ser menos crítico para especies que son propensas a un flujo genético limitado, como se demuestra aquí para Lodoicea", concluyen los autores.

Estudio de referencia: https://www.nature.com/articles/s41598-023-41419-4

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