Masacre animal

Esta es la causa de la muerte de miles de millones de aves cada año en el mundo

Los choques contra edificios acristalados provocan estragos en la avifauna, sobre todo, durante las migraciones

Un trabajador del Museo Field de Chicago inspecciona los cuerpos de más de mil aves muertas al chocar contra las ventanas del centro de convenciones McCormick Place Lakeside Center, en octubre pasado..

Un trabajador del Museo Field de Chicago inspecciona los cuerpos de más de mil aves muertas al chocar contra las ventanas del centro de convenciones McCormick Place Lakeside Center, en octubre pasado.. / AP

Ramón Díaz

Ramón Díaz

La muerte, al chocar contra un edificio, de ‘Flaco’, un famoso buho real euroasiático que se había escapado del zoológico de Central Park, en Nueva York, ha causado consternación en Estados Unidos. Tanta que ha renacido el debate sobre el grave problema de los choques de aves contra edificios, que, según los expertos, provoca cada año entre 400 y 1.000 millones de muertes solo en Estados Unidos. En el mundo son, con toda seguridad, miles de millones las bajas anuales.

A primeros de octubre, en Chicago, morían casi mil aves migratorias en una noche al chocar contra el centro de convenciones McCormick Place Lakeside Center. En España, hace cuatro meses, SEO/BirdLife denunciaba que las cristaleras de las pistas de padle son auténticas "trampas mortales" para las aves, incapaces de percibir estos obstáculos. Están causando estragos.

Solo en Cataluña mueren cada año más de 24.000 pájaros, parte de ellos de especies protegidas y en vías de extinción, al estrellarse contra las paredes de cristal de estas instalaciones deportivas, según denunció en diciembre el Delta Birding Festival (DBF).

Aves muertas al estrellarse contra la cristalera de una pista de pádel en un pueblo de Segovia.

Aves muertas al estrellarse contra la cristalera de una pista de pádel en un pueblo de Segovia. / Junta de Castilla y León

Al pie de las cristaleras de las pistas de padle de la Universidad de Sevilla se han encontrado ejemplares muertos de mirlo común, mosquitero común, golondrina común, curruca capirotada, carricero común, escribano triguero, martín pescador, abubilla o gallineta, entre otras especies.

Y un estudio realizado en Cantabria ha revelado la muerte de un mínimo de 75.000 aves al año por esa causa. Es un problema creciente en todo el mundo, debido a que cada vez se utilizan más materiales transparentes en edificios e infraestructuras. Las aves están completamente indefensas ante estas barreras.

Periodos migratorios

Las soluciones probadas en España –colocar en los cristales un sistema de redes, tiras de vinilo o adhesivos con siluetas– ha dado resultado: reducen a cero el número de aves muertas por colisión y, en el caso de las pistas de padle, no interfiere en la práctica deportiva.

En Estados Unidos, mientras tanto, el ecólogo aviar de la Universidad de la Commonwealth de Virginia Lesley Bulluck, explica que la mayoría de los choques con aves ocurren durante estos períodos migratorios (especialmente en otoño), cuando una variedad de condiciones las ponen en contacto con estructuras humanas.

"Durante las primeras horas de la mañana, las aves, agotadas tras una noche de volar cientos o miles de millas, vuelan alrededor de nuestros paisajes dominados por los humanos alimentándose de insectos y frutas para alimentar el resto de su viaje migratorio", señala.

Los edificios reflectantes suponen un grave peligro para las aves.

Los edificios reflectantes suponen un grave peligro para las aves. / Hans Schmid

"El vidrio de la ventana puede actuar como un espejo, reflejando imágenes del cielo, los árboles y otra vegetación. Las aves perciben esto como más hábitat y lugares para buscar comida. Además, las aves que migran de noche pueden verse atraídas y desorientadas por las luces artificiales", expone Bulluck.

De los estudios de ciencia ciudadana realizados por la Universidad de la Commonwealth de Virginia se extrae que durante las migraciones de otoño se registra una media de 26 colisiones en los 11 edificios analizados, de los 198 que tienen los dos campus de la institución.

El cálculo realizado por Bulluck señala que cada otoño mueren unas 460 aves solo en las ventanas de esa universidad. Pero los choques se registran durante todo el año.

Apagar luces

La recopilación de datos de ciencia ciudadana ha permitido comprender las tendencias generales sobre por dónde es más probable que ocurran las colisiones y las condiciones climáticas más asociadas con esos choques.

El trabajo experimental a menor escala también está ayudando a determinar qué estrategias son más efectivas para reducir la probabilidad de colisiones. Agregar modificaciones a edificios nuevos y existentes puede interrumpir el reflejo del cielo y la vegetación y reducir significativamente las colisiones.

Una conclusión: apagar una parte de las luces en una población durante el pico de migración puede reducir las colisiones en más del 60%. Una medida conocida popularmente como ‘lights out’ que, además, reduce el gasto de energía y supone un importante ahorro económico.

Petirrojo europeo muerto por colisión con una cristalera.

Petirrojo europeo muerto por colisión con una cristalera. / Rober Glez. García

"La intensidad de la migración de las aves también se puede rastrear utilizando datos basados en radar y usarse para generar notificaciones de apagado de luces en ciertas noches o semanas de alta intensidad", apunta Bulluck.

Los expertos aconsejan aplicar tratamientos en las ventanas y ser consciente de la iluminación nocturna durante los períodos de migración puede ayudar a reducir los golpes contra las ventanas.

Entre los tratamientos ya existentes para evitar choques de aves contra las ventanas figuran: aplicar en el exterior pintura al temple; colocar calcomanías, adhesivos, cintas o incluso notas adhesivas; colocar patrones de puntos y cinta; instalar las conocidas como ‘cortinas zen’ (cuerdas espaciadas); instalar mosquiteras; cubrir los vidrios con redes; o instalar películas transparentes unidireccionales, que permiten ver hacia fuera, pero convierte la venta en opaca por fuera.

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Contacto de la sección de Medio Ambiente: crisisclimatica@prensaiberica.es