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Si ellos hablaran

La pura verdad

¿Saben ustedes cuantas aves decomisó el año pasado el Seprona? Según datos oficiales más de cien sólo en España. ¿Y serpientes? Otro centenar. ¿Les parecen pocas? Pues aún hay más...

La pura verdad

Verán, lo que más se decomisa en nuestro país son serpientes y tortugas. Se calcula que sólo en los últimos cinco años, habrían sido intervenidos más de mil animales pertenecientes a esas especies. Evidentemente, no son las únicas con las se trafica, ni probablemente, las más espectaculares, pero sí las más numerosas.

Sin embargo, lo peor, es que ese número es sólo un mero reflejo de la realidad. Es decir, para que se incauten diez animales, se calcula que debe haber por lo menos cien que entran ilegalmente pero que no se localizan nunca. Es decir ¿Estar? Están, pero nadie sabe dónde.

El tráfico ilegal de especies es, sin duda, grave, más bien, gravísimo. Pero, más aún lo es el desconocimiento existente por parte de las autoridades sobre este tema y, sobre todo, la inexistencia actual de centros que puedan acoger a los mismos.

Nosotros en el Arca, evidentemente, sin ayuda alguna, hacemos lo que podemos, mientras nos dejen hacerlo, claro está -ya saben cómo están las cosas- pero ¿Qué ocurre en el resto de España? Pues, seré claro, clarísimo: Dos son las principales soluciones que se aplican en estos casos y las diré sin tapujo alguno.

Primera: Si resulta que el animal es decomisado en una casa de un particular, se le deja a éste como depositario del mismo. Lo que significa en la práctica que, una vez pagada la correspondiente multa, la situación del animal queda legalizada y el infractor que posee la misma, la sigue manteniendo con total, no sólo impunidad, sino, incluso, legalidad ¡Pásmense!

Segunda y, agárrense al asiento: Si resulta que el animal es decomisado en la aduana antes de que entre en nuestro país. En esos casos, la suerte de los mismos es aún peor. ¡Atención! El procedimiento a aplicar es el siguiente: Las autoridades mandaran un escrito al colegio de veterinarios correspondiente para que, éste a su vez, designe a un colegiado que acuda a la aduana ¿Y para qué? ¿Para certificar su estado sanitario? ¿Para velar por su salud? No, no, simple y llanamente, para que SACRIFIQUE al animal.

Ese será su dramático final y no otro.

Esa es la realidad en España y todo lo demás son sólo cuentos, postureos de face, enredos en las redes sociales y, sobre todo, muchas, muchas mentiras.

Nota: En el Arca de Noé rescatamos aquellos animales salvajes que necesitan ayuda. Más información en: www.fundacionraulmerida.es o www.animalesarcadenoe.com.

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