Reunión Aragonès-Urkullu

Cataluña y Euskadi exploran un frente común para presionar a Sánchez por los traspasos pendientes

Aragonès y Urkullu se reúne en el Parlamento Europeo y piden "voz y voto" en la UE

El lehendakari Iñigo Urkullu y el presidente de la Generalitat Pere Aragonès.

El lehendakari Iñigo Urkullu y el presidente de la Generalitat Pere Aragonès. / EFE

Quim Bertomeu

Pere Aragonès e Iñigo Urkullu se encuentran en un momento político opuesto: el primero anunció hace poco que se presentaría a la reelección mientras que el segundo ha decidido dejar paso. Sin embargo, antes de que lleguen las respectivas elecciones catalanas y vascas, tienen retos compartidos. Uno de los principales es hacer que el Gobierno de Pedro Sánchez cumpla con los traspasos que ha prometido tanto a Cataluña como a Euskadi. Este miércoles el presidente y el lehendakari se han reunido en el Parlamento Europeo -han sido invitados a un acto sobre autodeterminación- y se han comprometido a tejer un frente común con un único objetivo: que el PSOE cumpla.

El principal traspaso compartido por el que luchan es el de los trenes de cercanías, en Cataluña el servicio de Rodalies. Después, la Generalitat también quiere el Ingreso Mínimo Vital, cuyo traspaso Euskadi ya consiguió hace tiempo. Finalmente, los dos presidentes también han coincidido en querer asumir competencias en inmigración. Eso sí, no en la parte de la expulsión de delincuentes multirreincidentes -como pidió Junts al PSOE-, sino en la parte de "acogida" e "integración".

En declaraciones tras el encuentro, Aragonès ha explicado que los dos gobiernos se han emplazado a "una colaboración e intercambio de experiencias para aprender el uno del otro" y, sobre todo, "fortalecer la posición negociadora". El president de la Generalitat sabe en carne propia que no siempre es fácil que el PSOE cumpla con lo pactado. "Hemos compartido preocupaciones comunes", ha ratificado el lehendakari.

Además, pese a no ser un traspaso propiamente dicho, tanto el presidente como el lehendakari han criticado cómo el Gobierno está gestionado los fondos europeos dedicados a la industria. Desde el gobierno catalán y el vasco consideran que Sánchez está haciendo una gestión centralizada que supone que muchos recursos no lleguen al sector industrial.

Distancia con Junts

La reunión también ha servido para exhibir sintonía. Quien más hincapié ha hecho en este asunto ha sido Aragonès, que ha destacado su "excelente relación personal e institucional" con Urkullu, además de "complicidad política". Al president de la Generalitat le gusta tejer esta relación con el PNV, que en el pasado fue el aliado natural de Convergencia. Ahora, con CDC desaparecida en favor de Junts, la relación con los nacionalistas vascos es mucho más fría.

Aragonès y Urkullu se reúnen en Bruselas.

Aragonès y Urkullu se reúnen en Bruselas. / EFE

De hecho, ha sorprendido a los presentes que Urkullu ha sido incluso más crítico con Junts por el hecho de que se haya paralizado la amnistía que el propio Aragonès . Mientras que el líder del ejecutivo catalán ha evitado la crítica directa a los posconvergentes, el lehendakari ha acusado al partido de Carles Puigdemont de haber "cambiado de criterio" y ahora oponerse a una ley que hasta hace poco consideraban "buena".

Más peso en Europa

Los presidentes también han coincidido en reclamar más peso para las regiones en Europa. De hecho, el vasco ha entregado a la Comisión Europea una propuesta de protocolo para que las "regiones con capacidad legislativa y las nacionalidades constitucionales" como Euskadi y Cataluña tengan "voz y voto" en las decisiones europeas. Ahora solo la tiene los países miembros.

La idea pasa porque, en el marco del Comité de las Regiones -donde participan las autonomías-, se cree un "comité permanente" en el que estas comunidades históricas tengan poder decisorio. Un poder que ahora mismo no tienen. La propuesta ha recibido el apoyo entusiasta de Aragonès. Que llegue a buen puerto ya será otra historia.