Llega Navidad y con ella el eterno dilema de qué platos elaborar para las noches y comidas festivas. Son muchos los que sacrifican su propia diversión para pasarse las fiestas en la cocina mientras los demás dan buena cuenta de los platos.

Si no quieres convertirte en la persona que pringa y te apetece disfrutar, como a todos, de tus amigos y familiares, hay muchos aperitivos y platos que se pueden dejar hechos para después presentar directamente en la mesa. Apunta.

El eterno langostino

Quien lo niegue, miente. Todo el mundo quiere tener langostinos en la mesa de Nochebuena y Nochevieja. Más allá de tener que hacerlos a la plancha en el momento, con el olor y la suciedad que eso conlleva, se pueden presentar cocidos con una rica salsa, algo que se puede hacer el día de la cena por la mañana.

Junto a ellos, no olvides los míticos patés, quesos y fiambres. Tu familia te lo agradecerá.

Además, hay marcas bastante buenas que venden los langostinos directamente cocidos. No te compliques.

Salpicón para todos

Salpicón de marisco. ShutterStock

Otro 'must have' de de las fiestas navideñas: el salpicón. Y sí, lleva elaboración, pero se puede hacer incluso el día de antes. Rape, merluza, langostinos, almejas, mejillón... los frutos del mar son el principal ingrediente de este mítico plato, que se puede acompañar con verduras e incluso fruta como la piña. Cocer, picar y a la fuente.

El salpicón se puede elaborar con una vinagreta (pimiento rojo y verde, cebolla... aceite y vinagre) o con una buena salsa rosa.

De pintxo en pintxo

Anchoas sobre queso y cogollo de lechuga. ShutterStock

Que da igual que no estemos en el País Vasco. El pintxo es historia gastronómica y se puede llevar a cualquier mesa. Carne, pescado, queso, verduras... todo vale para elaborar un montadito que deje a los comensales boquiabiertos. Como propuesta: anchoa del Cantábrico con cogollo de lechuga y queso crema. Tan solo tendrás que poner la anchoa sobre una cama de queso crema untado en el cogollo y listo (también valen endivias). Se puede dejar montado desde horas antes para luego simplemente servir.

Pero las variedades son infinitas. Morcilla con cebolla carameliza y patatita panadera sobre un trozo de pan; aguacate y salmón ahumado sobre una tostadita; foie de pato con mermeladas de sabores y picos; montado de chistorra; ventresca con pimiento del piquillo... y a triunfar.