El color de la Navidad es, sin duda, el rojo. Sabores tiene muchos, pero si unos sobresalen por encima del resto son los dulces. Del turrón, de los polvorones, del roscón de Reyes o del tronco de chocolate. Todos son tradicionales y están en casi todas las sobremesas de esta época tan especial del año. Por lo tanto, es difícil sorprender a los invitados. Sin embargo, aún existen opciones para dejar a los invitados boquiabiertos conservando esas notas navideñas tan características.

Para ello, hay que recurrir a ingredientes tradicionales, pero buscándoles una vuelta. Para ello, existe uno que es un acierto seguro. El turrón blando es muy versátil y tiene cabida en multitud de recetas: en magdalenas, bizcochos, flanes, pasteles... Incluso en tartas de queso.

Esta delicia se puede incorporar en forma de crema para coronar uno de estos postres elaborados en el horno, se puede usar como base par dar un toque cañero, incluso se puede emplear como contrapunto de elaboraciones que emplean el queso azul. Pero, en esta ocasión, nos centraremos en una propuesta en la que su sabor predomina por encima del resto, en la que nada consigue opacar su dulzor: la tarta de queso crema sin horno. Los comensales no podrán comer solo una porción.

Una tableta de turrón blando. Shutterstock

Ingredientes

  • 500 gramos de queso crema
  • 500 gramos de nata para montar
  • Una tableta de turrón
  • 50 gramos de azúcar
  • 8 láminas de gelatina
  • Una lámina de bizcocho
  • 100 gramos de almendras
  • 50 gramos de azúcar moreno

Preparación

  • Para empezar, hay que preparar las hojas de gelatina, que se deben dejar hidratando en un bol de agua fría.
  • El primer paso es poner al fuego la nata, el queso y el turrón.
  • Mientras tanto, hay que colocar en el molde la base de bizcocho. Si se prefiere, se puede sustituir por galletas mezcladas con mantequilla.
  • Una vez se haya calentado lo suficiente la mezcla, cuando empiecen a aparecer las primeras burbujas, separar del fuego y añadir el azúcar y la gelatina.
  • Cuando se haya disuelto, verter sobre la base de bizcocho.
  • Es el momento de dejar que la tarta se solidifique. Para ello, ha de pasar al menos 12 horas en el frigorífico.
  • Para decorar, preparamos unas almendras con azúcar en una sartén, para que queden garrapiñadas y las colocamos sobre la tarta.
  • Desmoldar y servir.