La 2 ha cumplido esta semana 55 años. Además de no tener ni el más mínimo gesto para celebrarlos, quienes la defendemos no ganamos para desengaños. Un ejemplo entre muchos lo tenemos la noche de los jueves, en la que se emite la que se supone es la apuesta estrella del trimestre, La matemática del espejo, diez entrevistas, sólo diez, de Carlos del Amor con distintas personalidades. De entre los seleccionados, qué duda cabe que el más apetecible era Javier Cercas. Al programa le precede el inclasificable Cómo nos reímos, una selección de actuaciones de humoristas que a veces dan mucha grima. Lo más opuesto que puedes encontrar al espacio presentado por Del Amor.
Ya se sabe que se ha puesto de moda sobreimpresionar rótulos en el lado superior de la pantalla anunciando el programa estelar del día en las cadenas, que permanecen allí colgados durante toda la jornada, a modo de cebo. ¿Cuál se pudo ver el día que se emitió la entrevista con Cercas? Ni más ni menos que el Cómo nos reímos dedicado a Chiquito de la Calzada, un personaje que ni siquiera era de TVE, puesto que su fenómeno nació en las televisiones privadas y llegó a la pública muy tarde.
¿Cómo es posible que el supuesto canal cultural promocionase a Chiquito por encima de Cercas? La respuesta va implícita en las audiencias. Cómo nos reímos fue visto por más del doble de espectadores que La matemática del espejo, espacio que se conformó con un escueto «uno coma», muy por debajo de la media de la cadena. El listón de calidad va bajando por temor a perder espectadores, y éstos se pierden porque no quieren afrontar ningún tipo de esfuerzo mental. El panorama es desolador.
