Cuando vas a First Dates a buscar el amor esperas que la otra persona te sorprenda. Te sorprenda con su personalidad, con su físico, con su sentido del humor… pero si lo hace con lo que lleva puesto hay dos opciones: que te encante o que lo odies. 

Más bien lo segundo es lo que le ha pasado a Mariví al ver entrar a su cita por la puerta en el programa de Cuatro. Frantxu ha pensado que lo mejor era sorprender a su chica llevando puesto una máscara de luchador y un cinturón de campeón (gigante). Por si esto no fuera poco, también ha considerado que entrar al grito de “lucha, lucha, lucha” era poner la guinda al pastel, acompañado de una especie de coreografía en el que levantaba y bajaba los brazos.

No ha pasado desapercibido, no, pero ni  para el propio Carlos Sobera que no sabía si estrecharle la mano o ofrecerle su hombro a Mariví para que se pusiera a llorar. Ella, perpleja se giraba y lo primero que ha salido por su boca ha sido un “Hostia, no me jodas”. “Me quería morir, he pensado “tierra trágame", me voy de aquí pero bueno es que ha sido muy fuerte con esa máscara y ese cinturón, casi me da algo”, comentaba tras el primer impacto de ver a su cita.

La explicación que ofrece Frantxu a su cita tampoco es que sea espectacular. “Es un cinturón de un campeonato por parejas y como estoy single estoy buscando una compañera para la batalla de la vida”. Desde luego que a Mariví lo que esté buscando no le convence porque tras quitarse la máscara tampoco es que le gusta un poco… “Cuando se ha quitado la máscara tampoco me ha gustado. Es muy poca cosas para mí, yo soy muy grande. No me ha gustado nada de nada”.

Carlos Sobera, una vez recuperado del shock, acude en auxilio de la mujer (que sigue en él), la abraza e intenta quitarle hierro al asunto: “Un desfibrilador para Mariví”, pide a gritos. Mariví necesita que la evacuen sí, pero a su casa.

Otras citas polémicas

En nuestra sección de Televisión ya te hemos hablado de otras citas que no han pasado desapercibidas en el programa, como cuando Evi reveló a su cita que su talento sexual era la muerte francesa o cuando Noelia contó el sitio más “asqueroso” en el que había tenido sexo.