Lara Álvarez no esconde que en los últimos años no lo ha pasado bien. Tras varias ediciones de Supervivientes, que le exigían estar muchos meses fuera, tuvo que echar el freno por salud. La periodista asturiana ha reconocido que “tachaba los días para volver como si estuviera en la cárcel” en el podcast de Podimo “La casa de mi vecina”, que conduce Nagore Robles.

Álvarez lleva 18 años en la televisión y el camino no ha sido fácil. “Yo venía de Gijón, me acuerdo de la primera vez que cogí el Metro; me pasé dos paradas porque no encontré el botón de abrir. No es que Gijón sea un pueblo, pero venía de mi tierra, de estar en casa, arropada y en familia”, recuerda. Tenía 19 años y confiesa que tiró un poco “de inconsciencia” para afrontar tantos cambios y comenzar con su carrera profesional. “Dejé de visitar a mis padres los primeros meses de carrera porque se me hacía muy complicado volver a Madrid”, rememora.

Las puertas de la televisión se las abrió Nieves Herrero. “Tuvo una confianza absoluta; esa mujer me empujó a pelear”, confiesa. Defiende que es esencial el apoyo entre mujeres y rodearse de las mejores.

De “Supervivientes” a “Me resbala”

El cambio de formato era inevitable. "’Supervivientes’ ha marcado un antes y un después en mi carrera, pero necesitaba hacer cosas nuevas”, apunta. La última etapa fue difícil. “Hasta 30 segundos antes de salir a un directo he estado vomitando de la ansiedad y la tristeza que sentía en ese momento”, confiesa la presentadora. Comenzó a ir a terapia porque sentía que no estaba llena “teniéndolo todo”. Ahora, se encuentra centrada en conocerse mejor y enfrentarse a nuevos retos como el programa “Me resbala”, donde tiene que abandonar su perfeccionismo y pensar más en disfrutar.

La clave del éxito en televisión la tiene clara: hay que ser honesto. Es algo que ha aprendido de Jorge Javier Vázquez y que trata de aportar, tanto dentro como fuera de cámaras.