En este día se celebra en la Iglesia la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales. Esta celebración responde a un hecho evidente: Los nuevos medios de Comunicación Social, como instrumentos de expresión y de contacto social, han adquirido una importancia excepcional. En el mundo actual se están produciendo grandes cambios culturales. Los medios de Comunicación Social son los portadores de estas corrientes culturales.

Su reciente y amplia difusión, así como su notable influencia, hacen más importante y útil su uso. Estos hechos afectan de manera especial a los cristianos, porque éstos tienen el deber de responder adecuadamente a las preguntas que los hombres de nuestro tiempo se hacen sobre el significado de todos esos cambios culturales, que frecuentemente alcanzan a la fe cristiana.

No es buena respuesta recurrir a la repetición de lo de siempre, y como siempre. Las ideas y valores nuevos requieren unas tecnologías nuevas, para llegar más eficazmente a la mente de todos los lectores y oyentes. Solamente así los contenidos de la fe adquieren mayor eficacia y corresponden directamente al sentido de las preguntas, que se desprenden de la nueva cultura actual. El uso de las nuevas tecnologías de comunicación permite entrar en contacto con las personas de todas las culturas, con creyentes de cualquier religión, e incluso con no-creyentes. El Papa Benedicto XVI invita a todos a asumir estas oportunidades que nos ofrece la moderna comunicación para provecho y bien de todos.