La que está liando Antena 3 con su mono. Al fin una gran polémica a la altura de las de Telecinco. Pero es una putada, porque el producto no lo veremos en la cadena normal sino en Neox, cajonera de desván a la que van a parar los desechos, los inventos que se testan por ver si cuajan, o los saldos adquiridos como condición de las grandes factorías para conseguir otros productos de calidad, ya saben, la TDT de Aquí no hay quien viva en la que aún se ve a Loles León como Paloma y a Fernando Tejero como portero de comunidad. Aquí no hay quien viva fue para Antena 3 y ahora para Neox lo que Pretty woman sigue siendo para La 1, que después de ocho pases ocho, consigue casi cuatro millones de espectadores embelesados con los románticos amores entre el rico Richard Gere y la bella putita Julia Roberts. Las monadas de la bella historia parecen eternas, las de Aquí no hay quien viva, sólo monadas. El nuevo mono de Antena 3 para Neox la está liando como los de Sálvame con José Ortega Cano. Ya han empezado a propalar como incontestable juicio lo que la Guardia Civil aún investiga sobre las causas del accidente en el que un hombre perdió la vida y el marido de Rocío Jurado se la está jugando. No diré más, así que vamos al mono de Neox. Hablamos de Involution, que mañana se estrena. Y aunque en el concurso esté Enrique Pérez, hablamos de un mono de la selva. Enrique Pérez, Enrique Pérez. Vale. Flipy, el señor que dejó de hacer fuego en El hormiguero, que ponía nervioso a Pablo Motos porque de repente algo llamaba la atención más que él, y ahora reaparece con Berta Collado. Y un mono.

La Pantoja y su monín

Hasta Eduard Punset ha mostrado su contrariedad por el uso de animales en televisión -entiéndase en sentido literal-. Pero de Eduard se puede esperar todo, desde apoyar a los concentrados que protestan en las plazas a indignarse por el uso de chimpancés en los platós. Que hable Jane Goodall. Y lo ha hecho. Jane Goodall, como saben, es una autoridad mundial en el estudio de estos animales. Ha escrito a las productoras de Involution, a Hill Valley y a Phileas Productions, cuyos dueños, el propio Flipy y Óscar Martínez, se habrán puesto a dar saltos de alegría, porque no todos los días se reciben protestas tan renombradas. La investigadora dice cosas terribles sobre la doma de estos animales, que "sufren muchísimo para que nosotros disfrutemos". Busquen la carta, que no les dejará indiferentes. De golpe, te conciencia. Y no hace falta ver ni un minuto de ese concurso para saber que Involution es una involución, un atentado, algo tan innecesario como razonable que otros semejantes, en su insano juicio y de forma voluntaria, hagan sus monerías para ganarse la vida. No es lo mismo el mono de Flipy que los monos de la isla manejados por Raquel Sánchez Silva. Fíjense en un detalle. Al mono de Flipy no habrá Isabel Pantoja que lo llame, como sí hizo la siempre huidiza tonadillera para animar y envalentonar a su rorro, que estos días ha sufrido como un valiente ataques de gota que sólo Paquirrín soporta. Con la ayuda de mamá.

Despido libre real ya

Esta gente no necesita domadores para saltar a la pista, aunque su carrera sea dura y esté llena de sobresaltos, y hasta pueden caer, y caen, en manos de buitres, carroñeros, y desalmados. Sin embargo, el grupo que más me llama la atención es el que forman los semejantes que un día apenas eran conocidos, vivían en su hábitat, no molestaban ni los molestaban, y de golpe, sin torturas, saltan al vacío, prueban el sabor de la popularidad, y ahí se quedan. No se ponga estirado, porque hasta usted conoce a Carmen Lomana. Quizá no acierte a mencionar sus obras completas, pero seguro que le suena que pasó por Mira quien baila, que como choni de lujo se hizo íntima de la choni de barrio Belén Esteban, que luego -aunque tal vez aquí se pierda- se mentaron las madres, que Jorge Javier la llamó hija de la grandísima puta, que le han puesto un jaique de fallera este año en Valencia, y que tiene dificultad para mover los labios. Bien. Xavier Horcajo dirige la tele de Luis Ariza, el amigo de Aznar, y además presenta Dando caña, o sea, El gato al agua del fin de semana, que ese zoo es muy cortito y sólo tiene presupuesto para un tipo de primates. Este lumbreras ha sentado a su barra a Carmen Lomana, una de las analistas políticas que España estaba esperando, y sin perder la sonrisa, aunque con evidentes esfuerzos para vencer el peso de la silicona, ha reclamado lo que políticos sibilinos y falsarios, empresarios hijos de puta, y opinantes aborregados jamás pedirían a Zapatero como acto de última responsabilidad a favor del capitalismo rampante, el despido libre, coño.

El pepino de la Merkel

Podría seguir enlazando monerías. Y quizá lo que se cuece en las redes sociales, y ya ha saltado a la tele más espabilada, no sea más que eso, uno de gaticos y monetes, aunque los de Muchachada Nui, nui, jamás serían tan intensos hablando de pepinos españoles, los mismos que necesita Angela Merkel. Pues mi pepino no se lo doy a cualquiera, dice uno. Que se busque un pepino otomano, dice otro. ¿La Merkel?, vaya si le vendría bien un pepino español, suelta otra. Y así. Cuando desatamos el patriotismo somos la bomba, sobre todo si nos asiste la razón. Esta ha sido la semana del pepino, con lo fácil que es jugar al símil. Una última observación. Se lo hemos visto hasta a Rosa Aguilar, la ministra. ¿Pero alguien se lo ha visto a Rajoy? Ni en la histórica rueda de prensa del miércoles -lo es tras seis meses de autismo- lo enseñó. Y eso que hubo hasta comidita general de pepinos. Seguimos preguntando. ¿Dónde está Mariano? ¿Se lame la victoria como buen primate? Algo bueno hemos sabido. Soraya Sáez espera bebé. Y tal vez Belén Esteban. Jugando con el tema, Máxim Huerta dijo que él lleva unos días de retraso. Ana Rosa y el corro festejaron la broma. Conclusión, con un buen pepino, los primates hacemos muchas monerías.