Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Enmendarse

Cuando agoniza el año las personas solemos hacer un balance de cómo nos ha ido la vida en estos últimos doce meses e intentamos enmendar aquellos fallos o proyectos que hemos arrinconado al no poder llevarlos acabo. Si lo extrapolamos al Ayuntamiento de Elche, apreciamos un antes y un después. El PP de Mercedes Alonso, que se las prometía muy felices, ha vivido un vía crucis desde que perdió la mayoría absoluta, aumentado, si cabe el calvario, en unos plenos propios de un país bananero, aunque quizá eso es lo que seamos. La regidora no ha perdido legitimidad alguna -las urnas le avalan- pero sí un crédito que debería intentar recuperar en estos cinco meses de infarto que quedan de mandato. Su manera de intervenir en las sesiones plenarias y la falta de una verdadera democracia interna, ha supuesto que la crispación sea la nota dominante en los plenos. Pero como se avecina un año nuevo, es de esperar que todo cambie. Al menos es lo todos deseamos.

Hay veces en la vida que las decisiones deben tomarse sin tener miedo a lo que pueda suceder, por mucho vértigo que éstas puedan suponer. A veces, sólo a veces, ese tren que dejas escapar no vuelve a pasar, aunque si lo dejas marchar al menos debes saber cerrar las heridas para que guarden de ti una imagen lo más positiva posible. Mirar hacia otro lado sólo crea, a la larga, desasosiego con uno mismo; mentir a los demás es abyecto, pero mentirte a ti mismo es absurdo. Sería muy lamentable que a escasos meses de las elecciones municipales no se retomara la sensatez tanto del gobierno municipal como de la oposición, porque al fin y al cabo -como en la carretera- todos vamos unidos. Y Elche no se merece el espectáculo de este fin de legislatura.

La Navidad sirve para que aflore lo mejor del ser humano, aunque no deja de ser una paradoja mostrar tu lado más angelical en poco más de dos semanas. ¿Y en el resto de año, qué? Ahora ofrecemos comidas a los pobres para que pasen una Nochebuena y Navidad apropiadas. Pero ¿y el resto de días, qué? Basta ya de caridad y apliquemos la dignidad para todo ser humano. Que sea Navidad todo el año y no sólo un pretexto para lavar nuestras pobres conciencias.

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats