La gran riqueza de las praderas submarinas de Benidorm

Un estudio del Instituto de Ecología Litoral sobre la posidonia en la ciudad refleja la evolución favorable de este fenómeno ambiental y la importancia de la protección de estas plantas oceánicas | El Ayuntamiento intenta concienciar a la población de la importancia de esta especie y que no se trata de suciedad en la playa

Posidonia en la playa de Poniente de Benidorm este miércoles.

Posidonia en la playa de Poniente de Benidorm este miércoles. / A. Vicente

Caminar por la orilla de las playas de Benidorm es encontrar a veces montones de las llamadas algas que provoca incluso la crítica de los bañistas. Pero esas plantas marrones y verdes que se pueden ver en meses como este en zonas de Levante, Mal Pas o Poniente son posidonia oceánica, una planta acuática endémica del Mediterráneo que marca la riqueza submarina de una zona. En la capital turística las praderas que forman estas plantas cada vez son mayores y su evolución es positiva, todo un síntoma de que el mar está sano y vivo.

Así se recoge en el último estudio hecho por el Instituto de Ecología Litoral, en colaboración con la Diputación de Alicante, que ha analizado durante 2023 el estado de las praderas de posidonia de la costa de Benidorm. Tras tomar muestras constantes en los puntos establecidos, este documento, al que ha tenido acceso este diario, recoge una conclusión que se traslada prácticamente a todas las playas: las praderas de posidonia de Benidorm están en "buen estado de conservación y con tendencia positiva"; lo que significa que la calidad del agua y los fondos marinos son excelentes.

El organismo provincial lleva desde 2001 con el proyecto Posimed en marcha con el objetivo de conocer el estado de las praderas de posidonia oceánica en la provincia. Además se intenta promover la necesidad de preservar estos hábitats en la población; es decir, concienciar de que estas plantas acuáticas son necesarias y ayudan a sobrevivir y evitar la erosión de las playas. En Benidorm, se toman muestras desde 2002. Primero solo existían dos estaciones en Poniente que se ampliaron en 2017 con una en Levante y otra en la Cala de Tio Ximo. En 2018 se sumó la del Mal Pas.

Pero, ¿qué se mide para saber la calidad de la posidonia? Los expertos se basan en parámetros de densidad y densidad global, cobertura, el índice de fragmentación de la pradera, el de conservación o el análisis de la regresión. A base de fórmulas matemáticas y las muestras recabadas, se puede saber cómo es la evolución de estas praderas, según se explica en el estudio elaborado por miembros del Instituto de Ecología Litoral con Santiago Jiménez como coordinador del proyecto y Gabriel Soler, director del organismo.

Restos de posidonia en la orilla de la playa de Benidorm.

Restos de posidonia en la orilla de la playa de Benidorm. / A. Vicente

Así, por ejemplo, de las muestras recabadas en una de las estaciones de Poniente se derivan datos sobre densidad superiores a 2022. El pasado año había 559,02 haces (plantas) por metro cuadrado frente a las 552 del año anterior y las 487 de 2021. Las cifras se repiten en otras zonas, según el estudio, lo que refleja que esta especie sigue evolucionando. Con todo, según las fuentes consultadas, la pradera posidonia crece cada año entre 1 y 3 centímetros.

Las praderas de posidonia se extienden por todo el litoral de Benidorm. En Levante, Poniente y Mal Pas empiezan a cinco metros de profundidad; en la cala de Tio Ximo o l'Almadraba, lo hacen a 15 metros de profundidad. El estudio solo recoge un "pero": en esta zona norte en la parte más profunda, es donde se observa "cierta degradación debido a la erosión producida por episodios históricos de pesca de arrastre ilegal", aunque no preocupa esta cuestión.

Tras conocerse este estudio, la concejala de Playas, Mónica Gómez, explica a este diario que los resultados de 2023 "son muy buenos y nos demuestran que nuestras praderas de posidonia están en muy buen estado" y no hay que preocuparse por su evolución por ahora. Pero debería ser así siempre. La edil explica que esta especie oceánica "es la que forma una barrera natural en las playas que evita la erosión de las mismas" y, también, protegerlas de los temporales. Es decir, es la que evita que se pierda arena o que el color y la transparencia del agua sea la que es en las playas de Benidorm, algo que es vital no solo para la parte medioambiental sino también para el turismo.

"Dependemos de esas barreras de posidonia", indica. Este "bosque submarino" produce cinco veces más oxígeno que el Amazonas y en él viven actualmente unas 4.000 especies vegetales y 700 especies de animales. Con todo añade que el proyecto Posimed ha arrancado en Benidorm las mediciones de este año 2024 que se alargarán hasta entrado el verano y se extenderán por las 66 estaciones que hay en el litoral de la provincia. Con ellas, se elaborarán los nuevos informes sobre el estado de las praderas de posidonia.

Campaña de sensibilización

Precisamente concienciar a la población de que hay que preservar y cuidar estas praderas de posidonia es clave. Es habitual escuchar que una playa está "sucia" cuando los que la visitan ven montañas de posidonia, llamada comúnmente algas por la ciudadanía, en la arena. Sin embargo, según los expertos, está idea está muy alegada de la realidad ya que son claves para conservar los arenales.

Uno de los carteles que informan sobre las praderas de posidonia en la playa de Benidorm.

Uno de los carteles que informan sobre las praderas de posidonia en la playa de Benidorm. / A. Vicente

Por ello, el Ayuntamiento realiza a lo largo del año varias campañas para explicar la importancia de estas plantas marinas, según afirma la concejala de Playas: "En verano realizamos acciones importantes de información y cuidado de la posidonia" para que los bañistas conozcan de primera mano todas estas cuestiones. De hecho, en la playa de Poniente, a la altura del parque de Elche, se puede encontrar un cartel que avisa de las características de esta especie y su cuidado. "Tenemos carteles en las zonas donde suele haber más posidonia y, además, se realizan actividades en algunos puntos de las playas para preservar esta planta tan importante", indica la edil.

El conocimiento sobre la importancia de esta planta avanza y cada vez más usuarios saben que verla en la playa es síntoma de que sigue viva y realizando su ciclo natural. El objetivo es que este mensaje llegue a cualquiera que acuda a las playas de Benidorm.

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