Toca reaccionar

Este fin de tocaba uno de los destinos, quizás menos atractivos, por distintas circunstancias, como la distancia, campo sintético, actual situación social, etc. Llagostera, esa villa desconocida para muchos, no exenta de encanto, que crece entorno a Sant Feliu. Previamente al encuentro se guardó un respetuoso minuto de silencio por los fallecidos en esta cruel semana, y en particular por José Vicente Maciá Segarra y sus familiares, a los que quiero rendir mi humilde homenaje.

El choque empezó de forma deslumbrante y vertiginosa, con el gol de Sory. Nos las prometíamos felices, pero la realidad se fue volviendo cruda y dura al final. Tras el gol inicial, los locales se acercaron en un par de ocasiones a nuestra área, auspiciadas por las dudas defensivas y falta de contundencia, pero poco a poco el equipo se fue estirando y gozó de dos ocasiones para cerrar el partido, No pudo ser y dejamos vivos a los gerundenses.

La segunda parte arrancó de la peor de las maneras. El empate vino a balón parado por falta de concentración, intensidad y de no saber defender esas jugadas. Los ilicitanos en esa faceta solo mostraron debilidad y miedo, algo impropio para ser aspirante a ser campeón y ascender. A partir de la igualada, el Elche en vez de reaccionar se diluyó hasta sucumbir ante la mayor claridad de ideas y garra de los blaugranas. El segundo gol es un claro ejemplo de cómo no se debe defender, con 20 jugadores bajo tu portería, lo más factible es que encajes, y eso pasó por no estar espabilados. Los franjiverdes no andan nada finos, y la primera derrota lo corrobora, algunos dirán que un tropiezo. Yo lo veo como un batacazo. Hay lugares en los que está prohibido perder puntos, y en Llagostera perdimos todo el botín merecidamente. Toca reaccionar y de forma solvente y recuperar las sensaciones iniciales ya. ¡Mucho Elche!