Hoy es el día mundial de los humedales, que la convención internacional de Ramsar ha vinculado este año con el papel de estos valiosos hábitats en la lucha contra el cambio climático. La comarca de l'Alacantí cuenta con diversos humedales, tanto de origen natural como artificial, la mayoría de ellos en la ciudad de Alicante, como los saladares de Agua Amarga y de Fontcalent, las lagunas de Rabassa, de Fontcalent y de Lo Geperut o la pequeña balsa de Orgegia. En torno al cauce del río Monnegre, en los términos de Xixona, Alicante, Mutxamel, Sant Joan y El Campello, podemos encontrar también muestras de estos espacios anfibios, como en la desembocadura del río en El Campello, cuyo Ayuntamiento ha solicitado esta misma semana su inclusión en el catálogo de zonas húmedas de la Comunidad Valenciana gracias a una moción que elaboramos conjuntamente el grupo municipal y el área de medio ambiente y territorio de Esquerra Unida, que fue aprobada por unanimidad. Precisamente mañana el área de medio ambiente organiza una salida para dar a conocer este humedal.

El Ayuntamiento de Alicante también solicitó a la Generalitat, a principios de esta legislatura, en julio de 2015, la inclusión en el catálogo autonómico de varios humedales de la ciudad (los saladares de Fontcalent y de La Serreta, las lagunas de Rabassa y de Fontcalent, la balsa de Orgegia y el cauce del río Monnegre) mediante una declaración institucional conjunta de Guanyar Alacant, Partido Socialista y Compromís que se aprobó con los votos del gobierno plural de izquierdas en julio de 2015, sin que hasta el momento el Consell del Botànic la haya tramitado. También esperamos que el Consell sea sensible, en lo que queda de legislatura, a las peticiones del Ayuntamiento de Alicante, impulsadas desde la concejalía de Medio Ambiente cuando su responsabilidad recaía en Guanyar Alacant (una confluencia de izquierdas de la que forma parte Esquerra Unida), para iniciar los procedimientos de declaración como parajes naturales municipales del saladar de Agua Amarga y de las lagunas de Fontcalent, unas peticiones aprobadas en el pleno municipal, esta vez por unanimidad, hace ya casi un año, el 22 de febrero de 2018. Las órdenes para iniciar esos procedimientos deberían publicarse en el Diari Oficial de la Generalitat Valenciana antes de las elecciones del próximo mes de mayo. Serían los primeros parajes naturales municipales de la ciudad de Alicante.

La no aprobación en mayo de 2017 del catálogo de protecciones de Alicante, un exhaustivo documento que contó con el trabajo de muchos técnicos municipales, por el voto en contra de la alianza de derechas entre PP, Ciudadanos y los dos concejales tránsfugas, impidió que se protegieran a nivel municipal, en la sección de patrimonio natural, las zonas húmedas de la ciudad de Alicante, un documento que, no obstante, esperamos que, más tarde o temprano, se retome y proteja al menos los principales humedales de la ciudad. En el que sin duda es el principal humedal de la ciudad de Alicante, compartido con el vecino municipio de Elche, el saladar de Agua Amarga, se han llevado a cabo obras municipales de adecuación de la carretera de Urbanova, impulsadas desde la Concejalía de Urbanismo en la etapa del gobierno plural de izquierdas, dotándola de una senda peatonal y un carril-bici e impidiendo que el cordón dunar de Agua Amarga se llene de coches, caravanas y autocaravanas durante los periodos vacacionales. El Servicio Provincial de Costas también quiere llevar a cabo un proyecto en el borde litoral del Saladar, desde la Cala de Los Borrachos hasta Urbanova, que ha suscitado críticas de diversos colectivos ecologistas, conservacionistas y vecinales a las que nos hemos sumado desde el grupo municipal Guanyar Alacant presentando alegaciones. Esperamos que Costas acepte esas alegaciones, que no persiguen sino mejorar un proyecto que en su versión inicial introduce elementos agresivos hacia unos hábitats que precisan de una restauración ecológica. Precisamente hoy varios de los colectivos críticos con el proyecto de Costas han organizado una excursión reivindicativa al Saladar.

Ya para acabar, hacer una mención a otro humedal, insertado entre los barrios de San Gabriel y Gran Vía Sur, la desembocadura del barranco de las Ovejas, que también se incluyó en el catálogo de protecciones de Alicante. También hoy hay una actividad, convocada junto a la pasarela del barranco, reivindicando la protección y puesta en valor de esta zona húmeda. Hemos propuesto, a través del grupo municipal Guanyar Alacant, a la empresa mixta Aguas de Alicante, una actuación medioambiental reclamada por la asociación de vecinos Gran Vía Sur Puerto, que fue bien acogida en su último consejo de administración, para disponer plataformas flotantes en el tramo inundado del barranco que permitan la nidificación y el reposo de aves, paneles informativos sobre los valores ambientales del barranco y una pequeña aula medioambiental junto al paseo de Joan Fuster, además de la limpieza de sólidos que el incivismo arroja al cauce del barranco. Una actuación en un humedal «urbano» como lo es también el premiado Parque de La Marjal, en la zona de la playa de San Juan, que cumple un importante papel en la laminación de avenidas. Esperamos que todas las administraciones apuesten de forma cada vez más decidida por la conservación y mejora de nuestras zonas húmedas, unos ecosistemas que tenemos que ser capaces de legar a las generaciones venideras en el mejor estado posible frente a las amenazas que les acechan, desde la presión urbanística hasta la contaminación de las aguas.