Rey Lear
Teatro Principal de Alicante.
De Shakespeare. Dirección: Ricardo Iniesta. Producción: Atalaya y Centro TNT
Lo grotesco de la existencia se resume en una frase: «Al nacer, lloramos porque entramos en este vasto manicomio». O en este gran teatro de locos. Shakespeare, las páginas de la historia y la realidad lo confirman. «La terrible realidad que aqueja a muchos», y que en «Rey Lear» (1606) se hace patente a su manera, sin ubicar la acción en un lugar concreto, ni en época alguna por la universalidad e intemporalidad de la obra. Las pasiones, cuando se acentúan, conducen a la tragedia, como vemos en esta versión de la compañía sevillana Atalaya con dramaturgia, dirección y escenografía de Ricardo Iniesta. Reduce el metraje del texto y busca lo esencial con la marca propia de este equipo de investigación teatral fundado en 1983. Que ha participado en numerosos festivales y ha obtenido un amplio número de galardones nacionales e internacionales. La propuesta escénica no requiere espacios ni decorados realistas, y las luces sintonizan con la oscuridad de los personajes. A reforzar ese clima contribuyen la composición musical de Luis Navarro y la dirección coral de Lidia Mauduit y Marga Reyes. La belleza plástica es una de las señas de identidad de Atalaya con recursos que destacan más que la pieza propiamente dicha, a pesar de su calidad literaria. La creatividad del colectivo andaluz es obvia. Las interpretaciones van sincronizadas con el carácter y la intensidad de un espectáculo que puede generar cierta división de criterios. Carmen Gallardo asume el papel del rey. Podría ser reina. Es decir, la igualdad de género y un ser humano en definitiva. El imperioso y arrogante Lear, que más tarde enloquece, contrasta con la baja estatura de una firme actriz entregada a fondo, asumiendo, desde sus características, las exigencias del papel. Entre otros, las tres hijas del monarca, Silvia Garzón, María Sanz y Elena Aliaga, la que siente un verdadero afecto por su padre. El buen y amplio conjunto camina en el terreno del teatro total que fusiona distintos lenguajes escénicos. Los actores manipulan unos bancos polivalentes de madera para situar los pasajes y nutrir al 3 Festival Internacional de Teatro Clásico de Alicante. En un Principal con buena entrada de público.
