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Opinions des d'Elx

Sin gobierno en Madrid y sin financiación autonómica

Al final ha pasado lo increíble: La sesión de investidura de Pedro Sánchez ha fracasado. Cuando más falta hace un gobierno progresista en España, y se daban las condiciones para ello, no hay acuerdo entre el PSOE y Unidas Podemos. Hemos asistido al peor debate posible, más que para justificar acuerdos parecía que se hacía para justificar diferencias. Y eso que se hacía entre «socios preferentes», según definición de Pedro Sánchez.

Ahora estamos en la fase de culpabilizar al contrario. Se trata de ganar el relato. Parece que más importante que buscar soluciones es buscar culpables. El resultado es el peor para recuperar la credibilidad en la política. Y eso que, días antes, el CIS nos mostraba que la segunda preocupación de los españoles, después del paro, era sobre los partidos y los políticos en general. Así y ahora, es fácil pensar que dicha opinión habrá empeorado y que sus consecuencias, en próximas convocatorias electorales, pueden ser muy decepcionantes.

¿Alguien puede entender que casi tres meses después de las generales del 28 de abril, el partido ganador (PSOE) no hubiera iniciado ningún contacto con aquellos otros a los que iba a pedirles el voto para superar la investidura?. Es un reproche que todos ellos le han dicho a Pedro Sánchez. ¿Era normal que, mientras se pedía el voto a la izquierda se estuviera, al mismo tiempo, insistiendo al PP y Ciudadanos para que se abstuviesen?.

En todo caso, hay tiempo para evitar nuevas elecciones. Y deben evitarse. Sería un fracaso colectivo y creerse que por ser el PSOE y cargarle toda la culpa a Podemos, el resultado será un éxito socialista de calle puede transformarse en todo lo contrario. Las derechas pueden concentrar sus votos y dar la vuelta a las previsiones. La pérdida de la oportunidad de consolidar un gobierno de coalición entre la izquierda sería imperdonable, y un grave retroceso ante unas fuerzas derechistas que compiten entre sí por ser más extremas.

Es mucho lo que nos jugamos con que haya un gobierno progresista o uno que nos haga retroceder. España tiene que avanzar y mejorar, pero para todos. Los retos pendientes son enormes: la crisis sigue, el paro, la precariedad, etc. afectan a gran parte de la población. El futuro de las pensiones no está resuelto. En Sanidad, Educación y Bienestar Social hay mucho que mejorar. La lucha contra el cambio climático es urgente. La despoblación en la España rural es dramática. Y eso sólo por citar algunos de los grandes temas pendientes.

Sin Gobierno no habrá nuevo Presupuesto y también seguirá sin resolverse la nueva financiación autonómica. El modelo actual, acordado en 2009 y que debía finalizar en 2014 era profundamente perjudicial para el País Valenciano. Somos la comunidad peor financiada del Estado. A pesar de que el modelo debió revisarse hace cinco años, nadie lo ha hecho. Rajoy prometió que lo haría y nunca se atrevió. Tampoco Pedro Sánchez parece que lo tiene entre sus prioridades, como se ha podido comprobar en el debate de investidura.

Mientras tanto, la Generalitat sigue condicionada por un modelo perjudicial a nuestros intereses. Y acumulando una deuda escandalosa año tras año. Según el Banco de España, nuestra Comunidad cerró el 1º trimestre de 2019 con una deuda de 46.922 millones de euros, lo que representa el 41,6% del P.I.B. (el más alto de España). En comparación con el 1º trimestre de 2018, la deuda ha subido en casi 1.500 millones más. Y se subsiste gracias a préstamos del F.L.A. (Fondo de Liquidez Autonómica) que, a su vez, la incrementan. Y, cuando éste se retrasa, los problemas de tesorería del Consell son asfixiantes. Se está funcionando sin suficientes medios propios y casi de prestado. La Generalitat debe ser más exigente con Madrid para resolver este tema.

Y, mientras tanto, hay que saber gastar mejor los recursos disponibles. La noticia que publicaba Información el pasado jueves de que, en la carretera Elx-Santa Pola, habrá que suprimir dos de las rotondas que se han hecho por que no llevan a ninguna parte distinta de la propia carretera, es una pequeña muestra del dislate con que, a veces, se actúa.

Nos hace falta más atención y más dinero para resolver muchas cuestiones pendientes: La eliminación de barracones escolares va demasiado lenta. La construcción de nuevas dotaciones sanitarias, sociales o educativas debe empezar ya. Es cierto que los fondos escasean, pero parece que para Elx escasean aún más. Deben distribuirse mejor los actuales y sumarnos todos a la exigencia de una nueva y mejor financiación autonómica valenciana.

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