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Opinión

Del bono al Imserso sin edad, el incentivo que el sector turístico necesita

Algo tan pequeño como un virus ha logrado poner de rodillas a todo un sector y con alcance mundial. La situación puede agravarse según el comportamiento de cada país, ya que los distintos gobiernos son los encargados de establecer sus propias medidas de seguridad, de reducir la movilidad y de limitar el ejercicio de la libertad, que tan asociado va al turismo. Esta situación se torna aún más compleja si se tienen en cuenta los elementos emocionales que también juegan un papel muy determinante en el concepto vacacional, la inseguridad subjetiva. Es decir, la sensación o percepción del riesgo que se corre en determinados destinos, indistintamente de la realidad del lugar.

Ante este panorama tan complejo, que tiene mil aristas y millones de miradas, es necesario establecer cortafuegos porque quienes más pierden son también unos de los que mayor peso tienen en nuestra economía. España es el segundo país en receptores de turistas extranjeros y determinadas zonas del territorio dependen básicamente del correcto funcionamiento de este sector.

Las medidas anunciadas por el Gobierno no pueden ser despreciadas, son más de 4.000 millones de euros, pero no están pensadas en las necesidades del sector. El turismo demanda avales, créditos, programas de marketing de destino, planes de formación? pero lo que de verdad necesita es actividad. Y no hay medidas concretas que la vayan a provocar. Como sí ocurre en otros países como nuestros vecinos franceses e italianos.

En este sentido, sí ha actuado el gobierno italiano que ha aprobado una partida de unos 5.000 millones de euros para gastos turísticos de las familias que decidan invertir su tiempo en su propio país. Estamos hablando de financiación directa de 500 euros por familia, 300 euros si no se tiene hijos, y 150 euros para aquellos que viajen solos.

No creo que el concepto bono sea el mejor posible, ni que se pueda extrapolar a nuestro país con éxito. En nuestro caso, lo que sí sabemos que funciona son los planes del Imserso. Con esta filosofía y este modelo de gestión tan nuestro, deberíamos establecer descuentos para el cliente final, de cualquier franja de edad, cuando se aloja en un hotel dentro de las fronteras de nuestro país.

El modelo sería establecer acuerdos comerciales entre hoteles y las administraciones del Estado que permitieran descuentos en el precio final del cliente. Aquellos hoteles adscritos a este plan podrían participar en la medida que, junto a la administración, podrían establecer precios preferentes al cliente final.

Esta alternativa al bono italiano, ofrece ventajas operativas y de gestión, y un mayor compromiso de los hoteles adscritos a la medida puesto que estaríamos hablando de una participación voluntaria de cada establecimiento. Sin duda, de esta forma se lograrían mejores resultados con menor gasto de la administración y sería un auténtico incentivo a nivel comercial.

Fuera lo que fuese, si queremos que pasen cosas, debemos hacer cosas. Estamos a tiempo con la llegada del verano a muy pocos días. Necesitamos actividad, no anuncios.

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