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Carlos Congost

No fue la Covid quien dejó morir a la cultura

Tengo un amigo pseudointelectual, de esos que tienen varios libros autoeditados y se codea con los amigos de los famosos, que hace unos días me preguntó por el estado de la cultura en Alicante. ¿Qué le podía responder?

Hagamos antes, eso sí, un breve inciso. Para aquellos que no son de Alicante o, bien, no apoyan la cultura en esta tierra, procedo a darles un avance: dedicarte a este ámbito, así como a la comunicación o, incluso, al emprendimiento en esta ciudad (y más en tiempos de la covid-19) es como decir que eres uno de esos violinistas de la película ‘Titanic’. Mientras todos se dirigen hacia los botes salvavidas, tú te dedicas a tocar el violín. Y no porque te apetezca hacerlo, sino porque sabes que el evento dura 45 minutos y tienes que hundirte con el capitán.

Ahora bien, las facturas no se pagan solas, el perro no solo come huesos y a ti, como ciudadano interesado por las artes culturales, hoy te apetece ir y disfrutar de un evento en Alicante como, por ejemplo, un concierto de un artista emergente de la ciudad. ¿Por qué? Porque a lo mejor tengo ganas de hacerlo y prefiero gastarme diez euros en apoyar el producto local que gastar ese dinero en majaderías. Mientras que el Ayuntamiento de Alicante organiza el montaje de un belén gigante para “impulsar” las ventas navideñas (sí, hay muchos comercios en la plaza), yo prefiero que abran las salas de conciertos y que, al menos, la cuota de autónomos duela un poco menos.

Volviendo a la pregunta de ese amigo. Si hace seis meses la cultura en Alicante ya estaba mal, hoy agoniza. Y con ella todas las personas que creen y, sobre todo, crean cultura. Si tu negocio es una sala de conciertos, tienes un problema. Si eres artista, tienes un problema. Y si eres un joven cultureta con un proyecto y pretendes ser autónomo, solo para poder vivir de ello, sinceramente, es mejor que aprendas inglés – magnífica generación de camareros para las costas del Levante (sin desprestigiar esta dura y golpeada profesión).

Para todos aquellos que vengan a decir que en Alicante no nacen buenos artistas, les puedo decir con total orgullo: Guaraná, Mailers, Arkano, Vera Green, Pura Mandanga, Nach, Gimnástica, Cain’s dinasty, entre otros grupos, cantantes y músicos que complementan las generaciones de artistas que surgen en nuestra tierra. Matilde Asensi, Juana Francés, Trina Mercader, Rosa Cuadrado, Paz Castelló, Ana Milán, Sol Picó, Asun Noales, Carlos Peñalver, Gertrud Gómez, Manuel Cantos, Bernat Pla, entre otros muchos más escritores, bailarines, artistas, fotógrafos y librepensadores dedicados en cuerpo y alma a la cultura, cuya labor sitúa a Alicante en este panorama a un nivel ya no nacional, sino intercontinental.

Apoyemos la cultura en Alicante, así como la ardua labor y el grandioso potencial de sus artistas, de una vez. Ciudadanos, empresas, políticos, instituciones… porque, al fin y al cabo, no fue la covid quien dejó morir a la cultura.  

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